El Partido Popular "se avergüenza" del comportamiento del presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), por romper una fotografía de mujeres fusiladas por el franquismo. También la presidenta de Baleares, Marga Prohens, ha mostrado este jueves su "rechazo y pesar" por la actitud lamentable de su socio del Govern, pero no ha pedido su dimisión. Sin embargo, han sido más contundentes los 'populares' en Madrid.

El senador del PP Miguel Ángel Jerez ha querido iniciar su discurso lamentando el comportamiento del presidente del Parlamento de Baleares: "Una actitud que también nos avergüenza a muchos y que también duele en el ámbito de las emociones y en el ámbito de los sentimientos de todos los que nos consideramos demócratas".

"Por lo tanto, los demócratas queremos manifestar nuestro máximo respeto y también nuestra máxima consideración a todas las personas que, durante la Guerra Civil y el franquismo, fueron perseguidas, fueron represaliadas y también fueron asesinadas, y también queremos reconocer el esfuerzo de las instituciones públicas por recuperar los restos de todos aquellos que hoy todavía permanecen en el olvido", ha añadido.

Un día complicado para el ultraderechista

Y es que Le Senne ha vivido un día 'complicado' en el Parlament Balear, con protestas dentro y fuera. Ha tenido que escuchar además como los diputados, uno detrás de otro, han criticado con contundencia su deplorable actuación. Al ultraderechista se le ha visto más que incómodo con la situación.

Nada más llegar a la la Mesa del Parlamento se encontró con la vicepresidenta segunda del Parlament, Mercedes Garrido, a la que rompió la fotografía de las Aurora Picornell y las Roges del Molinar, vuelve a tenerla en el ordenador rota y la imagen completa la llevaba de camiseta. Algo que no tardó en comentarlo con los otros integrantes de la Mesa, que parecen de acuerdo con la opinión del president del Parlament.

Pero aún le queda por ver el remedio contra el calor de Mercedes Garrido: un abanico con la bandera republicana. Además, cuando arrancó el pleno, los diputados socialistas lo abandonan, dejando en sus asientos imágenes de víctimas del franquismo. Y después se unieron a los manifestantes que en la puerta pedían su dimisión, entre ellos Miquel Vidal, portavoz de la Plataforma por la Memoria Democràtica.

Y todavía le quedaba escuchar las condenas que los diputados han hecho de su actuación. El único respaldo que ha obtenido ha sido el de su partido, Vox, porque hasta la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, lo ha desautorizado. Visiblemente incómodo mientras la de los 'populares' le reprobaba, aún le quedaba por enterarse de que el gobierno llevará a la Fiscalía su actuación. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha anunciado que lo lleva a la Fiscalía "por si pudieran ser constitutivos de un delito de odio" sus actuaciones en el Parlament balear.

Aunque para él lo ocurrido no es tan grave como a todo el mundo le parece y pide disculpas con la boca pequeña: "Tuve un momento de enfado que se está sacando de quicio". Sin embargo, cree que aún mantiene el respaldo de la mayoría de la Cámara.