"Se les ha ido de las manos"
Ayuso sugiere sufrir un espionaje telefónico desde Moncloa porque "tres o cuatro conversaciones" con Sánchez "han desaparecido"
Va más allá Si bien la presidenta madrileña no confirma tener su dispositivo pinchado, no descarta que otros también puedan tenerlo, mientras se pregunta "qué medios no estará utilizando" Moncloa para lo que considera "una operación de Estado".
Más allá de saludar "a los asesores de Moncloa" que asegura que la estarían viendo pues están "obsesionados con seguir cada uno" de sus "pasos" y denunciar, de nuevo, "una operación de Estado" contra ella, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no ha dudado en señalar un presunto espionaje telefónico por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Una afirmación que ha hecho en una entrevista este lunes y que la baronesa 'popular' sustenta en que "tres o cuatro conversaciones" que había mantenido con el socialista por WhatsApp "han desaparecido" de su móvil.
La entrevistadora le preguntaba sobre su relación con Sánchez, después de que este domingo denunciara que el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, tiene "muchas razones de peso para exigir una dimisión como un ático" a la líder madrileña. Crítica en clara referencia al fraude fiscal que la pareja de la 'popular' cometió y que habría permitido la compra de una vivienda de este tipo en la que también reside la política.
"Al principio, manteníamos una mínima relación", relataba la presidenta autónoma, quien apuntó que tuvieron "tres o cuatro conversaciones" por WhatsApp que "han desaparecido" de su teléfono, así como el "avatar de la Agenda 2030" que Ayuso dice que tenía Sánchez como foto de perfil. Entonces, de forma velada ha señalado que habría sido Moncloa la autora de esa eliminación "igual que han borrado todas las conversaciones del fiscal" general del Estado o "todos los de la Fiscalía".
En esa línea, la 'popular' también ha recordado la conversación que la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, mantuvo con su superior, Álvaro García Ortiz, en la que se bromeaba -según apuntó en su declaración ante el Supremo- con incorporar gotas de "cianuro" a la nota de prensa cuya publicación terminó en la imputación inédita al fiscal general del Estado por una presunta revelación de secretos.
Tampoco olvida la presidenta madrileña el allanamiento a sendos domiciliosde dos de los abogados de su pareja, el empresario Alberto González Amador, en el que denunciaban se había robado un ordenador con información "sensible" sobre la causa en la que se investiga a García Ortiz y que más tarde recuperó la Guardia Civil considerándolo un robo al uso
"Se roba, se pierden pruebas...", lamentaba la presidenta madrileña, para más tarde preguntarse "qué medios no estará utilizando" el presidente del Gobierno en lo que considera "una operación de Estado" contra ella o "qué habrá que no se ve" en torno. Algo que considera que "es inaudito en Europa" y que no sabe "cómo permite". Por todo ello, cree que en España "no hay garantías procesales ni mucho menos ahora que el Gobierno ha decidido ir por ese camino", además de perturbar el "prestigio de algunos jueces".
De hecho, a sus ojos la causa -y el revuelo mediático generado- contra García Ortiz es solo "la cara visible de lo que se les ha ido de las manos" en Moncloa con este tipo de prácticas como es pinchar dispositivos móviles, pues la presidenta madrileña cree que el suyo podría no ser el único. Precisamente, Ayuso no ha obviado sacar a colación la declaración del hermano del presidente, David Sánchez, sobre la que dijo no supo responder ni "tres preguntas básicas" ya que "se ven impunes porque se amnistían entre ellos".
Cuestiones de las que se ha servido la 'popular' para respaldar su argumento de que ni Sánchez ni Óscar López, el nuevo secretario del PSOE en Madrid, cuentan con un proyecto político pues "vive de la confrontación" y de "utilizar todos los poderes del Estado": "Está incapacitado para la política", ha sentenciado Ayuso sobre el presidente del Gobierno.
Precisamente, como "no pueden hacer nada en las urnas (...) lo que intentan es la destrucción personal", así como convertirla "en una bestia negra" a través de deshumanizarla. En esa línea, ha subrayado que "cualquier ciudadano" que se ponga en su "lugar entenderá lo que es que el presidente del Gobierno te diga que te va a matar, que te quiere destruir", al tiempo que ha sentenciado: "Lo que se me acerque está muerto".