Ondear o no la bandera LGTBI en los balcones de los ayuntamientos se le atraganta al partido popular, que no tiene muy claro si la quieren en las instituciones o no.

Este viernes, el portavoz del PP, Borja Sémper se preguntaba "por qué defiendes menos proyectando la fachada que poniendo una pancarta". Lo hacía en referencia a lo que ha ocurrido en la ciudad de Valencia, donde después de las idas y venidas de esta semana, la bandera que representa al colectivo LGTBI no estará en el balcón del ayuntamiento. En el pleno, en cambio, sí que ha estado pese a la protesta de Vox.

Tras permitir la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, "permanecer la bandera que consideren", el de Vox ha vuelto a protestar y ha defendido que su partido ultraderechista "apoya todos las unidades naturales", haciendo que otros diputados se llevaran las manos a la cabeza con sus declaraciones.

En Toledo, donde la ultraderecha también apoya al gobierno, en el pleno se ha vivido la misma polémica. Pero esta vez el alcalde del PP se ha puesto de parte de Vox. Así, Carlos Velázquez Romo Rogaría, ha pedido que retiraran la bandera para dar comienzo al pleno con normalidad. En Calvià, el Partido Popular ha votado en contra de la moción para izar la bandera.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha denunciado este viernes en Al Rojo Vivo que "estamos viendo que los símbolos que representan al colectivo están siendo ocultados de la esfera pública". Lo que para el ejecutivo es claramente consecuencia de la irrupción de vox en los ayuntamientos, puesto que en otros lugares como Málaga o Cádiz donde hay mayoría absoluta de los populares no hay cuestionamiento. "Vox presiona y vemos que hay retrocesos en derechos muy potentes", ha añadido Redondo, quien alerta de que ya hay ayuntamientos como el de Madrid que sin la presencia de Vox niegan esos símbolos por iniciativa propia.