La Guardia Urbana impide desde esta tarde el acceso a las playas de Nova Icària, Bogatell, Mar Bella y Llevant al haber alcanzado desde las 16:45 la máxima ocupación permitida, que es del 80% del aforo, la requerida para mantener la distancia de seguridad ante la covid-19.
Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona han asegurado a Efe que en el momento en que los videosensores han detectado que se alcanzaba un nivel de ocupación muy alto, se ha informado a los bañistas por megafonía de la situación, en colaboración con los informadores desplegados por el litoral, y se ha pedido su colaboración para repartirse por la playa respetando las distancias de seguridad.
A partir de ese momento, la Guardia Urbana no ha permitido la entrada a más personas a esas playas para evitar aglomeraciones. Este es el primer fin de semana que está permitido el baño en las playas de Barcelona desde que la capital catalana entró en la fase 2 de la desescalada.
El Ayuntamiento de Barcelona también ha puesto en marcha una web que permite consultar el grado de ocupación de cada una de las diez playas, y esta tarde otras seis playas de la ciudad presentan una ocupación alta, aunque todavía no alcanzan el tope del 80 % del aforo marcado como límite.
El Ayuntamiento de Barcelona ha acabado esta semana de instalar los dieciocho videosensores que permitirán medir la ocupación de las playas de la ciudad y regular su aforo. El aforo máximo estimado por el ayuntamiento en las diez playas de la ciudad es de 38.000 personas.
A pesar de que ha comenzado la temporada de baño, se mantiene la prohibición de acceder a los espigones de las playas.
Funcionan ya las duchas, los lavapiés y un lavabo público por playa, así como el Centro de la Playa, equipamiento de educación ambiental e información si bien no ha retomado de momento las actividades presenciales. Las zonas de juego infantil y áreas deportivas siguen precintadas y no pueden ser usadas de momento.