Los presidentes autonómicos del PP se han comprometido en un documento por escrito a no negociar bilateralmente su financiación con el Gobierno, aunque algunos sí contemplan reunirse individualmente con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, pese a que la madrileña Isabel Díaz Ayuso llamó a darle plantón.

Esta es el principal consenso que ha arrojado el cónclave protagonizado este viernes por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y sus barones en el Palacete de los Duques de Pastrana de Madrid, que ha imitado el formato de la Conferencia de Presidentes con una imagen institucional y banderas de toda la España autonómica, incluidas las de País Vasco y Cataluña, pese a no haber representantes de estas regiones.

Los barones del PP han llamado además a parar la financiación singular de Cataluña, que califican de "cupo separatista" y de la que denuncian que rompe la caja común perjudicando al resto de territorios. Se pasa, han advertido, del "café para todos" a "migajas para la mayoría", como ha verbalizado el presidente de Aragón, Jorge Azcón.

Rechazan la "trampa" de la bilateralidad

En una comparecencia sin preguntas, el líder del PP ha anunciado que sus presidentes han renunciado "expresamente a caer en una bilateralidad tramposa".

A falta de que el PP difunda el documento firmado, los distintos responsables autonómicos de doce autonomías y de Ceuta y Melilla han reiterado en sus comparecencias la promesa de no negociar bilateramente y la exigencia de que Sánchez convoque la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Sin embargo, queda en el aire si alguno se negará a reunirse con el presidente del Gobierno, que el pasado miércoles anunció la intención de citarles uno a uno, después de que Génova les haya dado vía libre para actuar como consideren.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, que llamó a no acudir a este encuentro, no ha cerrado este viernes la puerta a reunirse con Sánchez y aunque ha destacado que no hablarán bilateralmente sobre financiación, ha apuntado también que todas las autonomías tienen problemas singulares.

En el caso madrileño, Díaz Ayuso "quisiera", según ha dicho, que fueran atendidos en Moncloa problemas como los de la inseguridad, "el destrozo absoluto de las Cercanías" o el "descontrol migratorio". En cambio, la "caja común" debe abordarse a su juicio "en un foro leal, con luz y taquígrafos y con todos juntos".

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, está dispuesto a verse con el presidente del Gobierno pero ha subrayado que no entrarán "en ninguna subasta ni en blanquear las cesiones al independentismo" como la financiación pactada con ERC.

La misma tónica han seguido otros dirigentes como el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, o la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que quieren sentarse con Sánchez pero no negociar bilateralmente lo que es de todos.

Pedro Sánchez no quiere abrir un debate profundo sobre el modelo de financiación autonómica, sino "convertir a España en los juegos del hambre", ha señalado por su parte la presidenta de Extremadura, María Guardiola.