Mientras que la Generalitat planea cómo salir de España, en la localidad de Batea planean cómo salir de Cataluña. "Estamos convencidos para decir: esto ya se ha terminado, se acabó ya la discriminación", afirma Joaquím Paladella, alcalde del municipio.
El Consistorio pide que desde Barcelona cumplan con un convenio firmado en 2010 para ofertar más plazas concertadas en la residencia del pueblo. "Nos sentimos ciudadanos de tercera división. No tenemos los mismos servicios y tampoco las mismas oportunidades que cualquier otro ciudadano de Cataluña", comenta el primer edil.
Por ello, piden el cambio de comunidad; es decir, quieren pertenecer a su vecina, Aragón. Una cosa ya la tienen: la jota. "El acto principal de la plaza ha sido siempre la jota", afirma un vecino de Batea. Si bien a algunos la noticia les ha pillado por sorpresa, sus habitantes tienen clara su preferencia.
Aunque no descartan un cambio de bandera. De momento, el Ayuntamiento ha pedido una cita con la subdelegación de Gobierno para explorar las posibilidades jurídicas