El Partido Popular ha cerrado este viernes la puerta a ultimar un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el PSOE. La razón de los populares se encuentra en uno de los puntos a reformar, el de la reducción de las penas por sedición. "Sé que los ciudadanos añoran acuerdos y pactos de Estado. Yo también, y estoy seguro de que llegarán. Con este PP y con otro PSOE", aseveró Alberto Núñez-Feijóo, líder del partido. Las críticas y la indignación no han tardado en producirse.
De hecho, la crítica más llamativa ha sido la que ha realizado la Comisión Europea, que se ha apresurado a pedir la renovación del CGPJ tras la marcha atrás de los populares. Así lo ha trasladado la portavoz de la Comisión Europea de Asuntos de Interior y Migración, Anitta Hipper: "Es muy importante proceder con la renovación del CGPJ de forma prioritaria". Eso sí, ha sido menos dura que la denuncia realizada por el presidente del Consejo, Rafael Mozo: "Estoy molesto, muy indignado. Es una situación muy grave y que daña el funcionamiento de la justicia. Por encima de todo está el cumplimiento de la Constitución".
Una indignación que arrancaba en la mañana de este viernes desde el Gobierno. A primera hora, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya acusaba al Partido Popular de doblegarse a las presiones y romper las conversaciones para renovar el órgano de los jueces. En una entrevista concedida al programa Al Rojo Vivo, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática de España, Félix Bolaños, aseguraba que el pacto estaba ya hecho: "La negociación estaba culminada. Quedaba, simplemente, rubricarlo".
Sin embargo, según el líder del PP todavía quedaba negociación por hacer. "Estábamos avanzando, pero faltaban algunas cuestiones no menores", respondía Núñez Feijóo. Para el PSOE, lo que ha ocurrido es que al partido líder de la oposición "le han temblado las piernas" frente a las presiones de la derecha más extrema. "Han presionado a Feijóo y le han doblado el pulso", ha lamentado Bolaños en la misma entrevista, si bien el presidente del PP continúa negando que su decisión se haya debido a este factor.
Es peligroso y dañino llenar el poder judicial de 'Tezanos' disfrazados de jueces"
"Asumo el 100% de esa responsabilidad", ha aseverado el dirigente conservador desde Vitoria-Gasteiz. En este sentido, ha culpado a Pedro Sánchez, a quien acusa de la ruptura del acuerdo por su intención de reformar el delito de sedición. No obstante, Bolaños no ha tardado en salir al paso de esas palabras asegurando que, cuando Feijóo habló con Sánchez por teléfono este jueves, no le dijo nada de romper: "Es una excusa más. Se produjo una conversación con el presidente del Gobierno y quedaron en verse el miércoles que viene".
Lo cierto es que, ayer mismo, antes de que el PP se bajara del acuerdo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se comunicó con el líder de los populares a nivel nacional para hablarle sobre este tema. "He dicho lo que corresponde a quien corresponde", se limitó a explicar Ayuso ante las preguntas de los periodistas en Ordes (A Coruña). Así, la dirigente madrileña no concretó qué le dijo a Feijóo, pero llevaba semanas apuntando su opinión: "Es peligroso y dañino llenar el poder judicial de 'Tezanos' disfrazados de jueces".
La última excusa del PP
¿Y ahora qué? Ni desde el PP ni desde el PSOE trasladan la sensación de que se pueda volver a la negociación. Así, por el momento, los puentes así parecen destruidos. Al menos, parece que los populares están interpretando un papel en la línea de negociación sobre el CGPJ. Ya esta mañana Feijóo se mostraba sorprendido, como si acabara de enterarse, de que Sánchez quiere reformar la sedición. En la misma línea lo denunciaba, pero desde Madrid, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra.
Sin embargo, era la propia Gamarra quien hace solo tres días desvinculaba la negociación del Poder Judicial de la reforma de la sedición. "Son dos cuestiones distintas y donde el Partido Popular tiene un papel diferente", afirmaba en una entrevista concedida a Susana Griso en el programa Espejo Público. En cualquier caso, la posición de Sánchez no ha cambiado: lleva años respaldando este cambio en el Código Penal. Cabe destacar, además, que la sedición es el último pretexto del PP, pero no el primero.
Fue el anterior líder del partido, Pablo Casado, quien comenzó con las trabas a la renovación del Poder Judicial vetando de la negociación a Podemos. De ninguna manera, el PP quería sentarse a negociar con Pablo Iglesias. Pidieron aplazar conversaciones por las citas electorales en el calendario: Cataluña y Madrid, en 2021; Andalucía, en 2022. A ello se sumó la exigencia de cambiar el sistema de elección de los jueces. Feijóo aprovechó y mantuvo el argumento con el que acusaba al Gobierno de mantener el bloqueo. La sedición es hoy la última coartada del PP. En diciembre se cumplirán cuatro años de Poder Judicial sin renovar.