La Junta de Castilla y León ampliará las restricciones en Burgos, única capital de provincia de la Comunidad donde la incidencia del COVID-19 sigue disparada en 1.234 casos por cada 10.000 habitantes. El gobierno regional ha optado por limitar las reuniones a tres personas no convivientes en cualquier ámbito.
Además, ha anunciado que se realizará un rastreo masivo que servirá para detectar aislar al mayor número de positivos en coronavirus posibles y tratar así de frenar la expansión en la ciudad. Pero estas no son las únicas medidas que quieren aplicar.
El vicepresidente de la Junta, Franciasco Igea, ha pedido a Sanidad la posibilidad de decretar un cierre perimetral de la capital burgalesa o incluso un confinamiento domiciliario, y por ello ha vuelto a reclamar una herramienta jurídica que permita a las autonomías aplicar esta medida si fuera necesario en zonas de alta incidencia.
Igea ha manifestado que en la ciudad de Burgos la incidencia en siete días se encuentra por encima de los 900 casos y puede alcanzar los 1.800 en 14 días de continuar así, por lo que se han tomado decisiones como realizar un rastreo masivo como en San Andrés del Rabanedo (León) e incrementar las medidas restrictivas, que se publicarán "en próximas horas". En este punto cabe recordar que la incidencia acumulada del país se sitúa en torno a los 500 casos (529,43 el lunes, 524,6 el martes, 514,25 el miércoles y 504 este jueves).
Aforos más reducidos
Además de la limitación de las reuniones a tres personas y fortalecer el rastreo, Igea también ha anunciado la decisión de limitar aforos tanto en celebraciones religiosas como civiles con un aforo máximo de 15 personas e incrementar puntos de toma de muestras de aguas residuales, además de instar a la Policía a incrementar la vigilancia.
Igea ha explicado que han hablado con el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, quien está muy preocupado por la situación, y ha llamado a la población a realizar "de manera más estricta" un posible confinamiento "voluntario".
El vicepresidente de la Junta ha añadido que la situación es "muy, muy preocupante" y ha recordado que se ha derivado parte de la actividad asistencial del hospital de Burgos a centros privados, dada la saturación de este centro.