El Ejecutivo ha mostrado su rechazo a las palabras con las que Pablo Casado habló de abusos a menores y cuestionó el indulto a Juana Rivas. Y es que el líder de la oposición mintió de manera deliberada al hacer referencia a unas "agresiones sexuales" por parte de Rivas a uno de sus hijos que no existieron.
Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno, el presidente del PP habló del "niño de una indultada que ocultaba agresiones sexuales" refiriéndose a Juana Rivas. Cabe recordar que la Audiencia Provincial de Granada dejó claro que no hubo indicios de que se produjeran abusos sexuales por su parte, algo que también rechazó la Guardia Civil en un informe.
Unas polémicas palabras que desde el Gobierno han rechazado de manera frontal. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, le recriminó directamente a Casado que hablara de abusos a menores en Baleares y de los hijos de Juana Rivas en el Congreso. Lo hizo cuando coincidió con él en los premios de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios este miércoles.
Según fuentes de Génova, le dijo "estoy asqueada por lo que has dicho" y tras esto, se dirigió al portavoz nacional y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, apuntando "tu jefe está desequilibrado". Algo que ha confirmado en declaraciones a los medios el propio regidor.
Sin embargo, fuentes de la vicepresidencia aseguran a laSexta que el líder del PP le acusó de "encubrir casos de abusos sexuales", a lo que ella respondió: "¿Eres consciente de lo que estás diciendo?" Así las cosas, señalan que "las acusaciones fueron muy graves".
Desde el entorno de Calviño también apuntan que no usó la expresión de "asqueada", pero sí "descompuesta" porque no dan crédito a que "recurran a asuntos relacionados con los menores para hacer oposición".
El PP ha vuelto a responder hoy a través del diputado Miguel Ángel Paniagua (PP). "Es intolerable su falta de respeto. No se lo podemos permitir y no hay justificación. Usted está asqueada, pero más lo están los españoles de su comportamiento mezquino", ha dicho en el hemiciclo ante una estupefacta Calviño, que le escuchaba desde la bancada del Ejecutivo.