El Partido Popular se va de Génova. Un edificio que se encontraba en pleno centro de la polémica por la presunta reforma pagada a costa de la caja B del PP y cuya causa se dirime ahora mismo en los tribunales.
Una vez conocida la noticia, las reacciones no han tardado en llegar, especialmente por parte de algunos de los rivales más directos de la formación popular, como son el PSOE y Podemos. En esta línea, los socialistas afirman que este cambio de sede es la prueba de que la reforma se efectuó con dinero negro: "El PP reconoce la corrupción sistémica de su partido. Si te mudas es porque reconoces que ese edificio se pagó con dinero en B", indican desde la formación.
Así, la agrupación socialista incluso ha bromeado en su cuenta de Twitter con la mudanza de sede. Concretamente, afirman que Casado "ha tardado 8 años en asumir que Génova 13 es una sede en B de la primera a la última planta". La imagen compartida certifica la mofa: "Se traspasa. Razón aquí", se puede leer.
Algo parecido ha expuesto Podemos que, como el PSOE, ha sido escueto en sus palabras: "El PP cambia de sede", publican, mientras se puede ver una fotografía de una cárcel. Asimismo, Jaume Asens, diputado de Unidos Podemos, ha hecho su propia valoración de la mudanza en sus declaraciones en el Congreso: "Es como si Alí Baba se cambia de cueva y dice que no va a responder preguntas sobre los 40 ladrones", expresa.
Junto con eso, otra de las principales líderes políticas que se han pronunciado ante la decisión es Inés Arrimadas, de Ciudadanos, que apela a las diferencias de su formación con el PP: "Nosotros no tenemos ese problema, no tenemos que salir de sede para que la gente no se acuerde de la corrupción", afirma.
Por su parte, el número uno del Partido Popular, Pablo Casado, ha reconocido que el cambio se debe a la causa que se ha abierto en torno al edificio: "No debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales", ha explicado ante el Comité Ejecutivo de su formación.
Aun así, lo cierto es que no se está investigando, sino que ya se está enjuiciando: es el llamado juicio de la Caja B por el que su extesorero, Luis Bárcenas, está investigado y donde la formación aparece como responsable civil a título lucrativo.
La decisión ha llegado por sorpresa, después de que fuentes populares hayan negado de manera constante que el partido valorase un cambio de sede o incluso una refundación con nuevas siglas.