El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado que "defenderá hasta el final" el derecho a decidir de Cataluña y ha hecho un llamamiento a los catalanes a votar en el referéndum independentista del 1 de octubre cuyo resultado ha asegurado que "vinculará" al Govern.

Puigdemont y sus consellers han firmado esta noche en el Parlamento catalán el decreto de convocatoria del referéndum independentista para el 1 de octubre, poco después de que el pleno haya aprobado una ley, con el apoyo de Junts pel Sí y la CUP, para darle amparo legal.

Tras ello, el president ha realizado una declaración institucional en el Auditorio del Parlament ante la prensa, acompañado también por todo su ejecutivo, los diputados de Junts pel Sí y la presencia del expresident Artur Mas y los líderes de las entidades soberanistas.

"La decisión de los ciudadanos nos vinculará, no puede ser de otra manera, y defenderemos hasta el final el derecho de todos los catalanes a votar, decidir y a ser ellos los que determinen su futuro. Cataluña decidirá democráticamente su futuro el 1 de octubre", ha afirmado Puigdemont.

Según el president, "en defensa de este derecho ponemos todo lo que tenemos, todo el trabajo, todo el esfuerzo y toda la voluntad y compromiso. Es lo que han de hacer los gobiernos cuando en la historia de su país llegan momentos como éste, de encrucijada, decisivos, en que todos sin excepción asumimos nuestra responsabilidad".

El mandatario catalán ha convocado "a los ciudadanos de nuestro país a decidir de qué manera hay que orientar el futuro de Cataluña: si por el camino de la autonomía y el Estatut recortado o por un nuevo camino como estado independiente en forma de república".

"Ahora es el momento de la ciudadanía, de culminar este largo proceso con una respuesta que tenga el mismo compromiso democrático de estos años: cívico, participativo, positivo y transversal". Puigdemont ha considerado que "decidir a través de las urnas, escuchar a la población, aceptar su veredicto... eso es democracia.

Negar ese derecho, tratar a los catalanes como súbditos al servicio de un Estado que fabrica amenazas al mismo ritmo que fabrica incumplimientos, eso no es democracia, es otra cosa". A su juicio, Cataluña tiene la "oportunidad" de constituirse en un estado "democrático, moderno y libre", decisión que "corresponderá a la gente, no a ningún tribunal, consejo de ministros o Tribunal Constitucional deslegitimado, desprestigiado y politizado hasta niveles impropios".