El debate sobre las macrogranjas y su pertinencia se ha situado en el centro de la política española sin un ganador claro. Si bien el ministro de Consumo, Alberto Garzón, está en el centro de la diana por sus críticas a este modelo en medios internacionales, ninguno de los partidos políticos que critican al coordinador general de Izquierda Unida pueden demostrar una postura coherente al respecto.
Tampoco el PP. Si ayer ya conocíamos que en Daimiel, un municipio manchego gobernado por los conservadores, entraba en vigor una normativa que limitaba estas explotaciones, hoy conocemos, adelantado por el elDiario.es, que el partido en Castilla-La Mancha se está apresurando a borrar las críticas a las macrogranjas vertidas en Twitter.
"Un informe médico alerta de las consecuencias para la Salud Pública de las macrogranjas", señala uno de los mensajes eliminados, que se acompaña de un enlace al citado documento y etiquetado con el hashtag #PageMiente.
Incluso, el actual presidente de la formación, Francisco Núñez, llegó a postularse en contra de las mismas cuando era alcalde de Almansa, en Toledo, en un vídeo que ya han rescatado las redes sociales.
Según indican fuentes del PP a laSexta, el borrado de estos mensajes tiene una razón: se trata de consignas emitidas por la anterior dirección popular en la región, por lo que la nueva -liderada por Núñez- ha procedido a eliminarlas para que no se utilicen contra su nuevo dirigente.
El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular nacional, Pablo Montesinos, preguntado por esta cuestión, ha declinado contestar y ha insistido en criticar a Garzón: "Debería dar un paso atrás. El sector no lo entiende, el presidente no confía en él", ha dicho.