Catalá, junto a Artur Mas y el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, han inaugurado en Barcelona el 58 Congreso de la Unión Internacional de la Magistratura, apenas unos días después de la imputación del presidente de la Generalitat por convocar la consulta alternativa del 9N.
El ministro ha subrayado en su discurso que la función jurisdiccional es "uno de los pilares del Estado" y ha evocado las palabras que el Rey pronunció hace unos meses, también ante Mas, en el acto de toma de posesión de los nuevos jueces: "el respeto a la ley no es ni debe ser un puro trámite, una mera formalidad o una alternativa". "El respeto a la ley es fuente de legitimidad", ha añadido Catalá, que parafraseando al monarca ha afirmado que esa es la garantía de una "convivencia en paz".
El ministro, que ha subrayado el compromiso de su Gobierno para dotar de medios a la justicia de forma que ejerza sus funciones como pilar del Estado, se ha mostrado convencido de que la labor imparcial de los jueces contribuye a la "calidad democrática" de sus países.
En la inauguración de las jornadas ha intervenido también la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, que ha defendido el papel del poder judicial para "construir puertos seguros", en unos momentos de incertidumbre "política, social, económica y ética". En ese sentido, ha resaltado la necesidad de que el poder judicial tenga una actuación "garantista y moderna", que sirva para "canalizar los conflictos entre los ciudadanos" y darles una respuesta judicial adecuada.
Tras insistir en que en el Estado de Derecho "ningún poder es ilimitado", Madrigal ha recordado que una de las funciones de la Fiscalía es la de "salvaguardar la independencia de los tribunales", así como "defender y aplicar la ley objetivamente". "La Fiscalía será siempre un aliado cercano de los jueces", ha agregado Consuelo Madrigal, que cree que una de las funciones del ministerio público es defender la independencia de los tribunales "como garantía de los derechos fundamentales" de los ciudadanos.