"Es un paso importante que nos enseña el camino que aún queda por recorrer", ha señalado en Twitter el vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès.
La Generalitat ha pedido prestados al FLA este 2018 más de 9.000 millones de euros y su intención para 2019 era pedir entre 8.000 y 8.500 millones. Sin embargo, el Govern ha decidido renunciar a este mecanismo de liquidez y recurrir a otro similar, aunque algo más flexible, al que se pueden acoger las comunidades que cumplen con una serie de requisitos, como es el Fondo de Facilidad Financiera.
Fuentes del departamento de Economía han explicado a Efe que la Generalitat pedirá al FFF la misma cantidad que tenía previsto solicitar al FLA, es decir, algo más de 8.000 millones de euros, y que por este importe pagará el mismo interés.
La administración catalana podrá adherirse al FFF tras contar con el visto bueno del Ministerio de Hacienda, ya que ha cumplido con las exigencias para acogerse a este mecanismo, y ello le permitirá seguir financiándose a través del Estado, pero con un menor control sobre sus finanzas.
La voluntad del Govern es recurrir al FFF como paso previo para que Cataluña pueda volver a financiarse en los mercados. El secretario general del departamento de Vicepresidencia y de Economía del Govern, Albert Castellanos, ya avanzó que la Generalitat barajaba volver a emitir deuda en los mercados financieros a partir de 2020, aunque supeditó este objetivo a que se dieran una serie de condiciones, como cuadrar el objetivo de déficit, cumplir con la regla del gasto y "ser capaces de reestructurar la deuda de la Generalitat, que supone el 300 % de sus ingresos ordinarios".
"Depender menos del FLA y poder salir a los mercados (financieros) no es una necesidad tan financiera como política, porque la Generalitat tendría un grado de soberanía económica superior", remarcó Castellanos, que recordó que tres cuartos de la deuda acumulada por la Generalitat están actualmente en manos del FLA.