"Parón social" en Cataluña, que decreta a partir del 7 de enero 10 días de confinamiento municipal (hasta el 17 de enero) por el aumento de los contagios de coronavirus en los últimos días.
"La situación requiere que reduzcamos la interacción social, el virus no da tregua. Serán 10 días para parar el país, con nuevas medidas. Establecemos perímetro municipal cada día de la semana", ha señalado la consellera de Salud, Alba Vergés, en una rueda de prensa junto con el titular de Interior, Miquel Sàmper,
Además, se aplicarán más medidas restrictivas. Así, el comercio solo podrá abrir hasta 400m2, cerrarán los centros comerciales y el fin de semana cerrará todo el comercio que no sea esencial. Solo se permitirán actividades deportivas al aire libre. Las escuelas abrirán el 11 de enero, con las extraescolares suspendidas, y las actividades de tiempo libre quedarán suspendidas.
Estas nuevas restricciones se aplican con una situación epidemiológica preocupante. Según ha explicado Josep Maria Argimón, secretario de Salud Pública, en Cataluña están "creciendo a un 4% diario, excepto los festivos y fines de semana". Desde el puente de diciembre los contagios, ha dicho, no han dejado de aumentar. "Por aquel entonces estábamos en 8.000 casos a la semana, ahora estaremos en 18.000", ha señalado.
En cuanto a los pacientes de COVID-19 que han precisado ingreso hospitalario, en los últimos 15 días "han incrementado en un 27%". "Llevamos un mes de crecimiento sostenido", ha añadido al respeto Argimón.
Respecto a la campaña de vacunación, el secretario de Salud Pública ha reconocido "retrasos en los suministros y en los consentimientos". En este sentido, ha indicado que no han conseguido alcanzar "el objetivo de las 60.000 vacunas a la semana", pero insiste en que tienen "en mente llegar a las 740.000 dosis" en las próximas 12 semanas. "Asumo todas las disfunciones logísticas que ha habido, pero lo recuperaremos", ha sentenciado.