El retorno a los colegios en septiembre se sigue planteando cargado de incertidumbres. Tras avanzar a principios de mes que, de no haber vacuna, se tendría que reducir a la mitad el número de alumnos por clase el próximo curso, Isabel Celaá ha instado a los centros a aprovechar "no solo aulas", sino también sus bibliotecas, aulas de audiovisuales, salones de actos y gimnasios en la 'vuelta al cole'.

Aunque Educación baraja alternar las modalidades telemática y presencial para lograr reducir el aforo de las aulas y garantizar así la distancia de seguridad, la ministra ha asegurado este jueves ante la Comisión de Educación en el Congreso que se trabajará con las comunidades autónomas para "que el mayor número de alumnos esté en actividad presencial" tras el verano.

La titular de Educación, que ha admitido que para septiembre no se puede "decir nada con seguridad", a expensas de cómo seguirá evolucionando la pandemia de coronavirus, ha explicado que, cuando un grupo de alumnos sea superior a 15 debe fraccionarse en las "condiciones actuales", como están estableciendo el resto de estados europeos.

No obstante, ha señalado que serán los centros educativos quienes darán "la última instancia" sobre cómo deben actuar, en función de sus condiciones específicas de espacio y alumnado, si bien con "recomendaciones claras de las autoridades competentes".

Celaá asimismo ha señalado la necesidad de "modernizar las infraestructuras" y ha pedido a los centros que vayan a abordar "alguna obra pequeña" en verano "que lo haga con la perspectiva de abrir espacios para asegurar distancia".

En este sentido, ha defendido que hay que "aprovechar absolutamente todos los espacios físicos" de los centros escolares, tanto internos como externos: "No solo aulas, sino bibliotecas, aulas de audiovisuales, salones de actos o gimnasios".

La propuesta de Educación, sin embargo, no satisface a muchos docentes, que recuerdan que los gimnasios ya se utilizan como aula para la asignatura de Educación Física, mientras que destinar las bibliotecas a impartir clase supondría renunciar a un espacio que se dedica a otras actividades.