Isabel Celáa, ministra de Educación, ha asegurado que "las escuelas tienen que estar abiertas" tras el cierre de los centros educativos el pasado mes de marzo por el coronavirus, y ha destacado que la presencialidad es clave, sobre todo para los alumnos más pequeños. A poco más de un mes para el inicio del curso escolar, ha confirmado que las escuelas abrirán en septiembre.
A su juicio, se trata de un "objetivo irrenunciable", por eso se volverá a las aulas tras el verano según el "acuerdo adoptado con todas las comunidades autónomas excepto dos". El propósito principal, dice la ministra, es poderseguir con la actividad académica, aunque ha recordado que "la pandemia evoluciona con escenarios diferentes cada día".
La titular de la cartera de Educación ha hecho hincapié también en la importancia de la presencialidad: "La escuela es insustituible y los resultados de la presencialidad también, sobre todo para Infantil y Primaria". No tanto, cree, para los alumnos de secundaria y bachillerato "que han podido culminar con éxito sus estudios trabajando online". Por ello, ha explicado que se priorizará en el reparto de espacios dentro de los centros a la Educación Infantil y Primaria.
"El objetivo es que la escuela funcione"
Celáa ha explicado que la apertura de las escuelas será posible gracias a las medidas adoptadas, como la distancia de 1,5 metros entre alumnos "marcada por ley". Una distancia de seguridad que no se aplicará tanto en los más pequeños, que "pueden trabajar en burbujas"en las que se relacionen con uno o dos docentes y se muevan en "modo de familia sin conectarse con otros". En el caso de que se de algún contagio que no trascienda más allá de esa burbuja, los centros seguirán abiertos, ha explicado Celáa, porque "el objetivo es que la escuela funcione".
No obstante, ha señalado que la aplicación de estas medidas depende de las comunidades autónomas, que junto con la comunidad educativa deberán hacer el reparto de espacios incluso fuera de los propios centros escolares. "El reparto debe ser un resultado institucional, como en Ceuta, donde la solución pasa por lugares que puedan proporcionar las administraciones públicas, algo que sería necesario en comunidades como Madrid".
"Hemos puesto recursos encima de la mesa"
La ministra ha recalcado que desde marzo el Gobierno trabaja con las administraciones regionales para solucionar el inicio del próximo curso, "adoptando medidas respaldadas por la mayoría".
"Hemos puesto recursos encima de la mesa. Nos hemos encontrado con sistema educativo con falta de recursos, con recortes… hemos respondido a la crisis no con más recortes sino con más recursos", ha ensalzado Celáa.
Como ejemplo de esta "inversión histórica en educación", la ministra ha explicado que quieren que el gasto público en Educación llegue al 5% del PIB en 2025, y que en el próximo curso se repartirán 1.900 millones en becas, 500.000 aparatos electrónicos para facilitar la conexión de los alumnos, o una inversión de 1.5000 millones para la FP. Para un reparto "responsable" y con "sentido común" que atienda primero a los alumnos más vulnerables ha pedido la colaboración de las comunidades autónomas