A pesar de la suspensión cautelar por parte de un juez, han podido celebrar el acto. Gritos de libertad de expresión para criticar la actitud del Gobierno, que la califican como una deriva autoritaria: "Pretenden imponernos no solo una democracia de baja calidad, que ya lo es, sino además normalizar una respuesta autoritaria y violenta contra un pueblo indefenso como el catalán que de forma pacífica quiere votar" ha defendido Joan Tardá.
El aforo del Teatro del Barrio, donde finalmente "Madrileños por el Derecho a Decidir" han podido celebrar este acto, se ha quedado pequeño y muchos se han concentrado a las puertas, en la calle. Exigen poder votar y critican la persecución de las instituciones del Estado a lo que ellos consideran un derecho fundamental: "No había visto nunca que un ministro se jactara de haber incautado planchas" ha asegurado Nuria Gibert, concejala de la CUP.
Desde la ANC, Natalia Esteve asegura que muchos catalanes se sienten amenazados por el Estado: "Es un Estado al que tendremos que decir basta, un Estado cazapapeletas, un Estado incauta imprentas y un Estado castra webs". Y lanzan un mensaje rotundo: "Ante su prohibición, nuestra determinación". Aseguran que la mejor moción de censura al Gobierno es salir a votar el próximo 1 de octubre.