La pintada en el portal del juez Llarena es, en palabras de Ciudadanos, intolerable. Por eso han acudido a la Fiscalía para denunciar a las juventudes de la CUP por delito de odio.
"Hay miedo y mucha preocupación. Los constitucionalistas tenemos una sensación de abandono en Cataluña que es intolerable", señala Inés Arrimadas.
Para el ministro del Interior hay que evitar el alarmismo. "Yo creo que nos debe preocupar la crispación, pero tampoco tenemos que generar alarmismo", indica Grande-Marlaska.
Desde el Govern se llega, incluso, a hablar de caso aislado. "Es un caso aislado, y voy a insistir en esta cuestión, no es un caso compartido. La prueba es que si en algo se caracteriza el movimiento independentista es porque es cívico y pacífico", asegura Ester Capella, consellera de Justicia de la Generalitat de Cataluña.
Una opinión que niega, tajantemente, la líder de ciudadanos en Cataluña. "No es un acto vandálico puntual de cuatro chavales, es una campaña sostenida de hostigamiento y acoso dirigida políticamente", afirma.
De las pintadas ya no queda ni rastro. Un grupo de voluntarios se encargaba esta madrugada de eliminarlas ataviados con monos y caretas de Dalí.