El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont está al borde de la detención después de que el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) despejara el camino para que el instructor del procés, Pablo Llarena, reactive las euroórdenes. El TGUE ha respaldado este miércoles la forma de actuar del Tribunal Supremo y ha puesto más difícil a Bélgica denegar en el futuro la extradición.
El juez Llarena podrá reactivar las euroórdenes contra Puigdemont y los exconsellers de la Generalitat Toni Comín y Clara Ponsatí. Eso sí, lo podrá hacer por delito de malversación agravada y desobediencia y no por sedición porque ya no existe en el Código Penal.
Por otro lado, además de la pérdida de la inmunidad de los dirigentes independentistas, se suma la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que estableció que el Supremo es competente para dictar todas esas euroórdenes.
El último recurso de Puigdemont, Ponsatí y Comín es recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Para ello, se calcula que la decisión del TJUE podría tardar hasta ocho meses: dos meses para presentar el recurso y seis para conocer la resolución. Esta será la última oportunidad y después se sabrá si Bruselas entregará a los dirigentes independentistas para ser juzgados por el procés.
De hecho, Puigdemont aprovechará esta oportunidad ya que pocos minutos después de conocerse la sentencia, ha anunciado que la va a recurrir. "Nada se acaba, al contrario. Todo continúa. Presentaremos recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE", ha escrito en redes sociales.
Más tarde, en una rueda de prensa conjunta con Comín y Ponsatí, Puigdemont ha asegurado que su posible regreso a España está "igual de lejos o igual de cerca"que ayer. "Es verdad que hoy nosotros no hemos tenido la decisión que estábamos esperando y por la que hemos trabajado muy duramente", ha admitido Puigdemont.