El Centro Criptológico Nacional, organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), requisó en la noche del viernes el teléfono del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras comprobar que el móvil de la ministra de Defensa había sido infectado con el software Pegasus.
Los servicios de inteligencia ya sospechaban que el terminal de Margarita Robles podía haber sido hackeado con este programa israelí que permite controlar el sistema y acceder a contactos, conversaciones, documentos, fotografías... Y una vez se confirmó que este programa estaba dentro, retiraron el teléfono del presidente durante entre 24 y 36 horas. El mismo domingo se confirmó y por eso la "premura", como ha dicho el ministro de Presidencia, en convocar a los medios de comunicación a primera hora del lunes. Ha descartado que se conocieran antes y también quelas palabras de Robles en el Congreso la pasada semana tuvieran relación con ello.
"Se están verificando los teléfonos de otros miembros del Gobierno y todavía no tenemos el resultado", ha asegurado Félix Bolaños en una entrevista en la Cadena SER, donde ha aseverado que van a actuar con "total transparencia" en cuanto se sepa lo ocurrido. Asimismo, ha insistido en que se van a reforzar los protocolos y que no ha habido negligencia, ya que se actúa regularmente sobre los terminales del Ejecutivo. De hecho, ha destacado, la inteligencia no tiene constancia de que se hayan producido más incursiones con posterioridad a junio del año pasado. "Estamos ante algo muy grave, que se haya vulnerado la privacidad del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa", ha deplorado.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha confirmado en Antena 3 que aún no ha puesto su teléfono a disposición de la inteligencia español, pero que lo hará a lo largo de este martes. "He cumplido con las medidas de seguridad indicadas desde el CNI y también se han ido actualizando los sistemas de seguridad", ha dicho.
Descarta la dimisión de la jefa del CNI
Según publican El País y El Confidencial, el móvil de la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, también habría sido espiado en mayo de 2021, precisamente durante la ruptura de las relaciones diplomáticas con Marruecos y con la crisis migratoria que se produjo en Ceuta. Bolaños lo ha descartado, aseverando que la única información de la que dispone es aquella que ha puesto a disposición de la justicia y que incluye las infecciones de los teléfonos del presidente y la ministra de Defensa.
Cuestionado sobre la presunta autoría y, en concreto, si Marruecos podría estar detrás del pinchazo a las comunicaciones, el ministro ha insistido en que "no tiene sentido hacer suposiciones, conjeturas o interpretaciones". En cualquier caso, ha insistido en que esta actuación ha sido "externa", ya que no ha sido ningún organismo del Estado con autorización judicial el que haya procedido al hackeo. Ni siquiera alguien del CNI que pudiera haberlo hecho por cuenta propia. "No hagamos suposiciones con ninguna base probatoria, no conocemos quién ha podido ser. Igual lo conocemos en un tiempo y en ese caso lo haremos público", ha declarado.
Que las escuchas coincidieran con la crisis con Marruecos ha puesto al vecino del sur en el punto de mira. Además, esto llega pocas semanas después de que se hayan retomado las relaciones diplomáticas y de que el Gobierno de Sánchez apoyara la propuesta marroquí sobre la autonomía del Sáhara frente a la tradicional postura sobre su autodeterminación.
La Audiencia Nacional ya ha abierto diligencias previas por la comisión de un presunto delito de revelación de secretos y, de acuerdo con el auto al que ha tenido acceso laSexta, las incursiones en el teléfono de Sánchez se produjeron el 19 y el 31 de mayo de 2021. Ambas en momentos de gran tensión con la monarquía alauí.
Bolaños ha descartado de momento que se asuman responsabilidades políticas y también la dimisión de la directora del CNI, Paz Esteban. La responsable de los servicios de inteligencia comparecerá en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, el foro, para el titular de Presidencia, donde se deben dar las explicaciones sobre el escándalo de Pegasus y no en una comisión de investigación, como piden incluso sus socios de Unidas Podemos.
"Echo de menos altura de Estado en Feijóo"
En el Gobierno también insisten que esta denuncia no es una "cortina de humo", como han denunciado desde el independentismo, sino que las verificaciones tienen lugar tras desvelarse la información del New Yorker sobre el presunto espionaje a líderes independentistas.
El nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, también cuestionó como"casualidad política no menor" que se desvelara la infección con Pegasus justo en plena crisis del Ejecutivo con sus socios de Gobierno, algo que ha deplorado el ministro Bolaños. "Echo de menos una verdadera altura de Estado en el señor Feijóo", ha asegurado en la entrevista de la SER. "Esas insinuaciones lo único que demuestran es que el PP tiene algo atávico que le impide estar en la oposición y ser responsable. Cada vez el señor Feijóo se parece más a la política que llevaba el señor Casado", ha lamentado.