El Ministerio del Interior ha empezado este martes a retirar las concertinas que están distribuidas por el perímetro fronterizo de 8,2 kilómetros que separa Ceuta de Marruecos, unos trabajos que se prolongarán durante varios meses, según fuentes policiales.
La retirada de las concertinas, que fueron colocadas en octubre de 2005 en un momento de gran presión migratoria sobre Ceuta y Melilla, ha sido encargada a la empresa Transformación Agraria S.A. (TRAGSA).
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ya anunció que se retirarían las concertinas de ambas ciudades autónomas en sus tramos "más vulnerables" y que serían sustituidas por un nuevo vallado que aporte más seguridad al control fronterizo pero "sin medios cruentos".
En junio de 2017 un informe de dicho ministerio ya apuntó que el uso de este alambre con púas no es un elemento "disuasorio" para las personas que tratan de acceder a España por los vallados de Ceuta y Melilla. El objetivo, según Interior, es mejorar y modernizar ambos pasos fronterizos con actuaciones que incluyen la implantación de un nuevo sistema de circuito cerrado de imágenes en Ceuta y la ampliación del mismo en Melilla.
El Ministerio también pretende modernizar las infraestructuras de seguridad de la frontera, con mejoras en los pasos de Beni Enzar (Melilla) y El Tarajal (Ceuta), donde se instalarán sistemas de reconocimiento facial.
El plan, presupuestado en 32.719.236 euros, es susceptible de ser cofinanciado hasta el 75% con fondos europeos, a través del Fondo de Seguridad Interior o del Fondo de Asilo, Migración e Integración.