Una veintena de subsaharianos permanecieron por unas 10 horas encaramados en la valla de Melilla. Aguantando los fuertes vientos y con solo algo de agua para llevarse a la boca. Así permanecieron hasta que las fuerzas les fallaron y decidieron ar por una escalera atendiendo las órdenes de la Guardia Civil. Pero nada más tocar suelo español han andado unos pasos y han vuelto a su lugar de origen. Si ser identificados ni ser atendidos por servicios sanitarios.
Las ONGs han denunciado a través de Twitter lo que consideran deportaciones ilegales. "Un cúmulo de actos delictivos cometidos por fuerzas de seguridad españolas y con impunidad absoluta", ha dicho Prodein.
A ello se suma la denuncia de la Cruz Roja, que asegura no le han dejado acceder a la zona para asistir a los inmigrantes. "Acudimos al lugar donde estaban encaramados los inmigrantes y las autoridades que estaban nos dijeron que no necesitaban más asistencia sanitaria", ha dicho Enrique Roldán, de Cruz Roja de Melilla.
Pero la Guardia Civil lo niega. Simplemente dice que les han pedido que se mantengan a cierta distancia porque la parte de la valla es muy estrecha y podían entorpecer el trabajo de las fuerzas de seguridad.
El intento del salto de la valla se ha producido en la zona norte de la ciudad. Unos 200 inmigrantes han llegado hasta la frontera pero solo una veintena ha conseguido alcanzarla.