Tras el anuncio del presidente Pedro Sánchez de su intención de aumentar los impuestos a las grandes fortunas, este jueves el Gobierno ha dado pocas pistas sobre cómo se implementarán estas medidas. La propuesta de Sánchez, que busca que "los que ya tienen suficiente dinero para vivir 100 vidas" hagan una mayor contribución, se enfrenta a varias vías posibles: gravar más lo que ya poseen, lo que ganan o lo que pueden dejar en herencia.

"Que se le pida un mayor esfuerzo a las grandes fortunas", ha señalado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, refiriéndose a una posible extensión del impuesto de solidaridad, creado hace dos años, que afecta a quienes declaran patrimonios millonarios. Este impuesto podría hacerse definitivo o ajustarse para alcanzar a más contribuyentes.

Los técnicos de Hacienda también sugieren revisar el Impuesto sobre el Patrimonio, que actualmente afecta a quienes tienen bienes superiores a los 10,6 millones de euros. "Se podría añadir alguna escala más para los patrimonios más elevados", ha indicado Carlos Cruzado.

Otra opción que se baraja es incrementar la carga sobre los ingresos de las personas que más ganan. En este caso, el IRPF podría tener nuevos tramos para las rentas más altas, especialmente aquellas que superan los 600.000 euros anuales, una propuesta alineada con el objetivo del Gobierno de reforzar la progresividad fiscal y el Estado de bienestar.

El tercer cambio sería aumentar los impuestos sobre herencias. Aunque en la actualidad, los herederos directos pagan poco o nada, independientemente de la fortuna que reciban, el Gobierno podría revisar esta situación para evitar que las grandes fortunas se beneficien excesivamente.

Finalmente, también se menciona la posibilidad de aumentar la supervisión sobre las sociedades utilizadas por algunas fortunas para adquirir bienes de lujo, que actualmente no se contabilizan como patrimonio personal y pueden generar deducciones fiscales.