El objetivo del Govern de Cataluña es evidente. "El Govern no se detrendrá, nuestro compromiso de celebrar el referéndum de autodeterminación es absoluto", declara Carles Puigdemont. Lo que no están tan claros, son los pasos para aprobar la ley de ese referéndum y la ley de transitoriedad jurídica antes del 1 de octubre.

Posibilidades hay tres. Una de ellas sería mediante la alteración del orden del día en un pleno del Parlament. Para ello, según su propio Reglamento, la propuesta tendría que partir del "presidente, de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los miembros".

También lo podrían hacer mediante un decreto ley, una medida que depende exclusivamente del Govern. Las leyes quedarían aprobadas por el Ejecutivo, pero faltaría que el Parlament las ratificara en un plazo de 30 días, con la fecha del referéndum, por tanto, ya superada. Un tiempo en el que el Govern quedaría expuesto ante posibles sanciones del Tribunal Constitucional.

Teniendo en cuenta que el Parlament sólo tiene convocados dos plenos antes del 1 de octubre, podrían aprobar esas dos leyes de inmediato. Incluso, legalmente cabe una tercera vía para poder hacerlo: mediante un proyecto de ley.

Según el Reglamento del Parlament, sería necesaria "la firma de todos los grupos parlamentarios", por lo que parece una solución más compleja. Tendrían que conseguir el apoyo de PP, PSC y Ciudadanos, que, siempre han mostrado su rechazo. Por lo que, a menos de un mes ya para la fecha marcada, el 1 de octubre, el futuro de Cataluña aún está en el aire.