El exministro socialista José Luis Ábalos, salpicado por el caso Koldo García, ha optado por no renunciar voluntariamente a su escaño en el Congreso de los Diputados, forzando al PSOE a expulsarlo de la bancada socialista. La dirección del partido que lidera Pedro Sánchez le dio hasta las 12:00h de este martes, 27 de febrero, para decidir voluntariamente abandonar su sitio a raíz de la investigación abierta a su exasesor Koldo García, relacionada con una serie de adjudicaciones de compra de mascarillas que habría derivado en una serie de comisiones ilegales recibidas por el exasesor. Ábalos ha decidido, de este modo, pasar al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados.
Antes de la comparecencia del propio Ábalos, fuentes socialistas consultadas por laSexta ya habían señalado que el exministro no dejará su escaño. En su rueda de prensa, el exministro ha confirmado esta información, anunciando que seguirá "adelante en la lucha", haciéndole caso a quienes "aún" lo quieren —"que tengo la suerte de que sean muchos y muchas", ha asegurado—. Ábalos, que ha comenzado su intervención adelantando su intención de defender su "honorabilidad" ante la opinión pública y la militancia socialista, ha insistido en que no está "acusado de nada" ni forma parte de la investigación en curso. "Y por que me debo a las personas que me aprecian, que son las que me han transmitido el ruego de que siga adelante en la lucha, no me rinda y me defienda, y defienda mi honorabilidad, que es en definitiva lo que les debo".
Ábalos se ha mostrado duro con la dirección del partido, a la que se ha dirigido señalando que le gustaría defender su "reputación como diputado" contando con el respaldo de la misma —"Creo que hubiera sido lo correcto", ha asegurado—, y ha asegurado sentirse "privado" de la oportunidad de "hallar la mejor solución compartida" a esta crisis. "Vuelvo a constatar que no estoy acusado de nada, ni formo parte de la investigación en curso, ni tampoco tengo ningún enriquecimiento ilícito, y no será por que no se me haya investigado. No tengo necesidad de invocar el principio de presunción de inocencia, no me afecta porque no estoy encausado en nada", ha señalado.
Ante las peticiones de renuncia, Ábalos ha asegurado que su dimisión "no tendría ningún efecto práctico" y que, además, se interpretaría "como un signo de culpabilidad que no asumo", señalando la "estigmatización política y personal" que supondría para su figura. "Y yo sé lo que es un apestado político", ha indicado. Así pues, ha asegurado que aunque sea una decisión "drástica", que no es "cómoda" para él como "no lo sería para otro", ha optado por pasar voluntariamente al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados, manteniendo así su escaño pero fuera de la bancada socialista. "No puedo acabar mi carrera política como un corrupto", ha afirmado.
En su intervención, ha subrayado que se enfrenta "a todo" solo —"Vengo solo en mi coche, no tengo secretaria, no tengo a nadie detrás"—, haciendo hincapié en la "cacería" a la que ha estado sometido, no solo en lo referente al caso actual que, ha criticado, ha hecho que "se redoblen los ataques". Pese al "daño personal y profesional" que le ha supuesto la situación, Ábalos ha insistido en que necesita una tribuna pública para poder seguir denunciando las cosas a denunciar, una tribuna que es la que le ofrece el Congreso.
"Intenté salvaguardar el dinero público"
Ábalos ha defendido su contribución a la "formación de un Gobierno progresista", así como su servicio como ministro y como secretario de organización en el partido en el proceso de cohesión "de la militancia en un tiempo político muy complejo", y ha insistido en cómo le habría gustado contar con el "beneficio del compañerismo", "poder haber compartido una reflexión en beneficio de nuestras siglas y la restitución del debate público por la senda del sosiego y de la ponderación". "No ha sido así, no ha sido posible".
Con respecto a la investigación del caso, el exministro ha subrayado que su gestión se limitó a "conseguir equipos de protección lo más rápidamente posible, lo más económico posible, incluyendo el transporte aéreo" de las mascarillas y "aminorando los costes para aminorar también las posibles comisiones de los intermediarios, que eran obvias".
"También intenté salvaguardar el dinero público a través de un mecanismo excepcional, que fue congelar el pago al proveedor hasta que no tuviéramos la mercancía recepcionada, cosa que no se ha producido en otras contrataciones", ha explicado, haciendo referencia a los trabajadores y funcionarios que "exigían" estas medidas de protección.
Asimismo, ha hecho hincapié en que será "la Justicia la que resuelva a través del procedimiento correspondiente, con las debidas garantías procesionales, las sanciones que correspondan" a Koldo García y el resto de implicados en la investigación, como ocurre y ha de ocurrir en "todo Estado de derecho". "Habrá que ver si el enriquecimiento es causa de lo que estamos hablando o de otras causas", ha asegurado, prometiendo "toda" su colaboración, "en todo lo que pueda ayudar y colaborar", pero no sin olvidar señalar que "hasta ahora" no ha sido "requerido para nada".