La imagen de grandes aglomeraciones en supermercados se ha vuelto a repetir en la Comunidad de Madrid. Este viernes, se decretó el cierre de todos los establecimientos, salvo farmacias, gasolineras, estancos, quioscos, restaurantes y bares para la distribución de comida a domicilio y establecimientos de compra de primera necesidad, como fruterías, carnicerías, pescaderías y panaderías.
La Comunidad de Madrid ha respondido a estas imágenes con un nuevo llamamiento a la calma a través de un comunicado, en el que aseguran que "los suministros básicos están garantizados".
"La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos", reza la nota.
En el comunidado, animan a que se eviten aglomeraciones, controlando "que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad establecida a fin de evitar posibles contagios".
Además, para asegurar el correcto abastecimiento de los establecimientos comerciales de alimentación y bienes de primera necesidad, la Comunidad de Madrid suspenderá las limitaciones y/o restricciones establecidas por los Ayuntamientos relacionadas con la circulación o la descarga de camiones de abastecimiento de mercancías bajo parámetros de tonelaje en función de ciertos horarios o bien en función de determinadas áreas o zonas.