Valtonyc, Pablo Hasel, Cassandra Vera, César Strawberry... Son algunos de los nombres propios obligados a sentarse en el banquillo por las letras que escribieron o cantaron en su día. Cada vez más tuiteros, influencers y creadores de la Cultura visitan la Audiencia Nacional como acusados por su actividad y son varios los juristas que dan la voz de alarma.
"Se trata de expresiones y letras despreciables pero de ahí a entender que son expresiones delictivas hay un paso que no se puede dar sin desfigurar la idea de libertad de expresión", asegura Víctor Sánchez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.
El delito de enaltecimiento se introduce en el Código Penal a principios del presente siglo, pero ahora vive su edad dorada entre letras de canciones, tuits y chistes. Una letra del grupo 'Soziedad Alkohólika' fue la primera en ser juzgada, aunque los integrantes de la banda fueron absueltos a principios de siglo.
Las sentencias llegaban con cuentagotas incluso con la banda terrorista ETA en plena actividad y empiezan a aumentar, precisamente, cuando deja las armas. Estas sentencias se disparan con la reforma del Código Penal que llevó a cabo Gallardón como ministro de Justicia; y en 2016 superan con creces a los juicios por terrorismo etarra o yihadista.
"La libertad de expresión no puede servir para lesionar otros derechos que también deben ser protegidos", apunta Antonio Guerrero, abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Su argumento aboga por la búsqueda de un equilibrio entre los derechos del ser humano.
Y mientras tanto, hay expertos que piden más cambios. "Queremos penas más proporcionadas (...), que no sean privativas de libertad, sino de carácter económico", afirma Ignacio González Vega, portavoz de 'Jueces para la Democracia'. Hasta alcanzar ese punto, juicios y sentencias por enaltecimiento seguirán en el día a día de la Audiencia Nacional.