A pesar de que la actividad del Congreso de los Diputados está esta semana a medio gas, aún afectada por el parón de la Semana Santa, este lunes arranca con una fecha clave para la salud del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Hoy finaliza el plazo para presentar enmiendas a la reforma del PSOE de la Ley de Libertad Sexual, conocida como 'ley del sólo sí es sí', lo que promete reabrir la brecha de la coalición cerrada gracias a la moción de censura de Vox.
El PSOE apostó el mes pasado por seguir adelante con la reforma de la ley del 'sólo sí es sí' que introduce la violencia como un subtipo penal dentro de la agresión sexual, a pesar del rechazo de sus socios, que consideran que difumina el consentimiento, punto central de la norma.
De hecho, los socialistas priorizan que la laguna legal en la norma, que provocó la rebaja de condenas a agresores sexuales como efecto no deseado, se cierre cuanto antes y confían en tener la ley aprobada en el pleno de la semana del 20 de abril, para su visto bueno definitivo en el Senado en el mes de mayo, a tiempo de las municipales. Esto implica sacarla adelante incluso con el apoyo del PP y a pesar del rechazo explícito de sus socios de coalición y principales aliados legislativos.
ERC y EH Bildu presentaron la semana pasada sus enmiendas y hoy lo ha hecho Unidas Podemos. Los republicanos y abertzales apostaron por retirar de la proposición las alusiones a la violencia y la intimidación que incluyó el PSOE para evitar las rebajas de penas, en la línea con lo que piden los morados.
Ya hace un mes el portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, insistió en que su formación no apoyaría ninguna propuesta que no vaya de la mano del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero.
Por su parte, la portavoz del Gobierno y titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha valorado "positivamente" el trabajo de los grupos políticos al ser preguntada por las enmiendas presentadas por los republicanos y abertzales. "Hay que respetar todas las posiciones políticas y desde luego el trabajo de los grupos; el interés que nosotros teníamos es que se activara esa reforma y los cambios están en marcha para evitar los efectos no deseados de la ley", ha explicado Rodríguez en una entrevista en RNE, en la que ha confiado en dar "cuanto antes" con la solución frente a la "alarma social" que provocó la rebaja de condenas.
La ministra Montero ha confirmado que las enmiendas de Podemos van a ir en esa línea: "La mayoría de la investidura llevamos meses trabajando de forma coordinada, compartimos que hay que dar una respuesta ante las decisiones judiciales de rebajas de penas, pero también tenemos claro que el consentimiento tiene que seguir en el centro", ha aseverado en una entrevista en TVE, en la que ha acusado al PSOE de levantarse de la mesa de negociación. "Creo que es una mala noticia para todas las mujeres. Estas enmiendas tienen que ser una oportunidad para que el PSOE se lo piense", ha dicho.
Rosell las defiende para "mejorar" la aplicación de la ley
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha defendido las enmiendas de Unidas Podemos como solución para "mejorar la aplicación de la ley" pero "no retroceder, deshacer o degradar el sistema del consentimiento" que, según ha explicado, se estableció con la ley del 'solo sí es sí'.
Rosell ve viable este "equilibrio" en la reforma y ha recordado que "la mayoría feminista y progresista" del Parlamento que sustenta al Gobierno está basando sus enmiendas de esta misma manera. Además, tal y como ha recordado, las recomendaciones internacionales van en este mismo sentido.
Es por eso que, según Rosell, Igualdad ve posible un acuerdo final con el PSOE antes del jueves en el Congreso, cuando previsiblemente se celebre la Comisión de Igualdad en la que se votarán por primera vez estas enmiendas.
Fuentes del espacio morado a laSexta han indicado que esta es una disputa ideológica con el PSOE sobre a qué se da más importancia en la definición de violencia sexual. Además, señalan que la propuesta, prácticamente igual que la de ERC y Bildu, es la misma que hicieron a los socialistas desde el principio.
Estas mismas voces indican que el problema no está en la subida de penas, que a Podemos eso no le importa, y además creen que es posible compatibilizar el consentimiento con reducir el margen de interpretación de los jueces.