A Francisco Correa se le encendió la bombilla. El cabecilla de la Gürtel le ofreció a la fiscalía y a las acusaciones información a cambio de reducir su pena. Nombres de importantes políticos y empresarios que hoy no están imputados, si le prometían estar menos tiempo entre rejas.

Según la acusación, ninguna de las partes vio con malos ojos una oferta que podía haber destapado nuevos frentes desconocidos hasta ahora en la investigación. Pero tras varios meses de reuniones, por alguna extraña razón, Correa se echó atrás. Cuenta Interviú que la explicación la recibió una de las personas que estuvieron en esas reuniones.

En la calle desde hace más de tres años, el juicio contra Correa por la parte valenciana del caso se inició en el mes de junio. Le piden 128 años de cárcel.