El supuesto cabecilla de la 'trama Gürtel', Francisco Correa, comenzó a acudir "con asiduidad" en los años 90 a la sede del PP de la calle Génova para visitar al entonces gerente nacional, Luis Bárcenas, y conseguir contrataciones públicas para su red de empresas.

El juez Ruz dedica en su auto de fin de la instrucción de una pieza del 'caso Gürtel', en la que propone juzgar a 43 imputados, un apartado al "comienzo de las relaciones con el Partido Popular" en el que relata cómo Correa empezó a tener vínculos con cargos del partido para beneficiarse de adjudicaciones.

Relata que en los años 90 las empresas de Gürtel empezaron a prestar servicios para el PP "fruto de las relaciones de amistad" de Correa con personas afines al partido, tanto con actos políticos como prestando servicios a través de su agencia de viajes.

Así, Correa participó en la preparación y ejecución de las campañas electorales gallegas de 1999, cuando Pablo Crespo era secretario de Organización del PP en esa comunidad. A su salida de la Ejecutiva Nacional del partido, Crespo pasó a trabajar en las empresas de Correa.

Los trabajos para el PP, principalmente hechos por la empresa Special Events, se produjeron en la etapa en que esta formación ocupaba el Gobierno de la nación, explica Ruz, que añade que se consiguieron gracias a la relación directa entablada con responsables de las áreas electoral, tesorería, gerencia y organización del partido.