La persecución de los agentes a los narcotraficantes que acabaron con la vida de dos guardias civiles en el puerto de Barbate en la noche del pasado viernes se prolongó durante 18 horas, hasta el mediodía del sábado 10 de febrero.
Fuentes de la investigación han relatado a laSexta en exclusiva una cronología detallada de los hechos, que comenzaron a las 20:20 horas del día 9 de febrero. A esa hora la patrulla de la Guardia Civil se encontraba en aguas del puerto de Barbate, con seis agentes uniformados a bordo de una Zodiac Pro con motor Yamaha, de 5,20 metros de eslora.
Con su rotativo policial luminoso activado, procedieron a identificar seis narcolanchas que se encontraban fondeadas en la bocana del puerto refugiándose del temporal. Una de mayor tamaño, la única que tenía cuatro motores y dos antenas, realizó una primera aproximación y pasó violentamente junto a la goma (así se refieren a las narcolanchas en la zona de Cádiz).
Tras coger una cierta distancia, puso rumbo a la zodiac de los agentes y los embistió a gran velocidad, pasando por encima de ellos de babor a estribor y emprendiendo la huida posteriormente. Esa acción provocó la muerte a dos agentes, lesiones graves a otro y lesiones menos graves a dos. Otro resultó ileso.
A las 21:50 horas esa narcolancha fue detectada por un operador del Centro Operativo de Servicios (COS) de la Comandancia de Cádiz frente a Zahara de los Atunes, en dirección al faro Caraminal, una información que se pasó a la Comandancia de Algeciras, que tomó el relevo del seguimiento. Procedente de Caraminal y El Acebuche, la narcolancha avanzó hacia Sotogrande.
Pasados 15 minutos de la medianoche detuvieron la marcha a nueve millas de la playa de la Alcaidesa, quedando fondeada para, pasados unos minutos, dirigirse al puerto de Sotogrande. Fue en ese momento cuando la Guardia Civil avisó a las patrullas de la zona.
Según apuntan las fuentes, a las 00:45 horas tres ocupantes se bajaron de la narcolancha y fueron detenidos en tierra por agentes de la Guardia Civil. Todos llevaban trajes de agua mojados, dos de ellos con abrigos de camuflaje y un tercero con un abrigo de color rojo, tal y como vieron los testigos del crimen. Además, todos los ocupantes desprendían un fuerte olor a gasolina.
La misma embarcación emprendió entonces una huida mar adentro. Fue localizada por el sistema SIVE de la Guardia Civil saliendo de Sotogrande rumbo sureste y, minutos después, fue detectada con una posición inmóvil detrás de un carguero. Al dispositivo se unió un helicóptero del Instituto Armado que consiguió localizar a los huidos, que pasaron toda la noche en esa posición, escondidos tras el buque de grandes dimensiones.
No fue hasta las 11:00 horas de la mañana del sábado 10 cuando se localizó a la narcolancha rumbo a La Línea de la Concepción a gran velocidad. En ese momento la Guardia Civil avisó los efectivos en tierra. Cuando los ocupantes llegaron a la playa de La Hacienda, en La Línea, emprendieron una huida a pie.
Ya eran las 12:00 del mediodía cuando los agentes encontraron ropas mojadas muy cerca del lugar donde desembarcaron. A las 14:30 horas, los agentes cerraron la zona y consiguieron detener a los últimos tres acusados, entre ellos el que gobernaba la embarcación, presuntamente Francisco Javier M.P., alias Kiko el cabra. Según el atestado, se resistieron violentamente, algo que niegan en su declaración judicial. Ellos admiten el contrabando y aseguran que ellos no causaron la muerte de los guardias civiles, que atribuyen a otra lancha con cuatro motores.