Hace unos días, en una campaña de película, Andoni Ortuzar, presidente del PNV, comparaba a Alfonso Alonso con Harrison Ford; y ahora el presidente del PP del País Vasco, respondía con humor: "Es verdad que hay que echarle imaginación al tema, si entorno los ojos digo 'mira, Harrison'".
Pero Alonso es más de series: "A mi el PNV me recuerda más a los Lannister, porque estos son capaces de lo que sea con tal de mantener el poder", exclamaba el líder vasco de la formación, que comparaba a Ortuzar con una familia de Juego de Tronos. El final de la serie ha vuelto a ser protagonista con Íñigo Errejón, que aseguraba que le estaba quitando sueño.
Un sueño también debe ser para el alcaldable popular de Castelldefels que alguien como Ronaldinho pida el voto para él, tal y como ha hecho el futbolista. Porque cualquier método es bueno para pedir el disputado voto: por ejemplo, ponerse de florista en la Rambla de Barcelona o aprovechar que estás en el Congreso para pasarte por la manifestación de funcionarios de prisiones.
Pero, si hay una forma de la que no hay que pedir el voto es adoctrinando a los alumnos, algo que no ha cumplido una profesora de un colegio de Cieza, que les incita a que le digan a sus padres que voten a Manuel Egea, alcaldable por Cieza, tío de Teodoro García Egea y ella la mujer de su jefe de campaña.