El estado de alarma decretado en la Comunidad de Madrid el pasado 9 de octubre por parte del Gobierno ante el desacuerdo con el Ejecutivo de Díaz Ayuso tiene una vigencia de 15 días, por lo que finalizará este sábado 24 de octubre a las 16:47 horas, según ha precisado este viernes el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
En este contexto, la Comunidad de Madrid ha anunciado nuevas medidas para frenar el coronavirus que pondrá en marcha el sábado, incluida la limitación de reuniones entre las 00:00 y las 06:00 horas, con la incógnita de si habrá toque de queda en algunas zonas del país, al no haber un acuerdo al respecto entre el Gobierno y las comunidades.
El Consejo Interterritorial de Salud celebrado este jueves ha aplazado la decisión sobre un posible toque de queda al no haber habido "un consenso amplio", según ha señalado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha presidido la reunión junto a la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.
Illa ha precisado que hay una comunidad autónoma que ha pedido formalmente la aplicación de restricciones a la movilidad nocturna, que se valorará, que es Castilla y León, y otras se han manifestado a favor, pero no ha detallado cuáles.
"Es una medida que tiene que verse muy bien cuándo se aplica, dónde se aplica, con qué alcance y eso es lo que vamos a seguir viendo, con serenidad, teniendo muy presente las recomendaciones técnicas, ponderando los instrumentos adecuados para llevarla a la práctica", ha recalcado.
Madrid ha pedido al ministro en el encuentro que aclare las condiciones de un posible toque de queda para saber si serían restricciones de actividad o también a la movilidad, lo que requeriría de una "cobertura legal", según fuentes de la Consejería de Sanidad, que no aclaran la postura defendida por la región al señalar que este tema "no estaba en el documento que se debatía".
Las restricciones en Madrid
La Comunidad de Madrid fue la primera en plantear la posibilidad de pedir el toque de queda, pero la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, evitó pronunciar este término durante una rueda de prensa celebrada el miércoles en la que planteó "posibles cierres de actividad por horas", previsiblemente en horario nocturno.
Sin embargo, ese mismo día en una entrevista previa el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, explicó que la intención del Gobierno regional es establecer un control "más exhaustivo" desde las 0.00 hasta las 6.00 horas con medidas que "vayan en el sentido de restringir la movilidad y la concentración" de personas.
Fue precisamente el consejero el que dijo el martes que la Comunidad de Madrid estudiaba pedir al Gobierno la declaración del toque de queda para toda España, aunque en su comparecencia celebrada este jueves en el pleno de la Asamblea de Madrid para informar sobre la evolución de la pandemia de COVID-19 no ha mencionado esta opción.
En su intervención tampoco ha dado pistas de las nuevas medidas que la Comunidad de Madrid anunciará este viernes para poner en marcha el sábado, cuando finaliza el estado de alarma decretado por el Gobierno nacional en nueve municipios madrileños donde hay restricciones de movilidad, incluida la capital.
Algunas de estas medidas son la suspensión del servicio de barra y la reducción del aforo en hostelería: en el interior de los locales, se limita al 50%, y en el exterior en terrazas, al 75%. Además, en los salones de banquetes se reduce el aforo al 50%.
Los locales no podrán abrir antes de las 06:00 y tendrán que cerrar a las 00:00 horas, no pudiendo admitir clientes pasadas las 23:00 horas.
Tampoco los establecimientos comerciales podrán iniciar la actividad antes de las 06:00 de la mañana y deberán cerrar a las 22:00 horas, salvo aquellos que presten servicios "imprescindibles e inaplazables". El aforo en este ámbito permanece igual, limitado al 75%.
Los cines, teatros, auditorios y espacios similares reducen su aforo al 50%, salvo salas multiusos polivalentes, que quedan al 40%. Los parques y jardines también deberán cerrar entre las 00:00 y las 06 horas.
El consejero ha defendido aplicar restricciones por zonas básicas de salud, una estrategia que el Gobierno regional mantiene en la actualidad en cuatro áreas para imponer restricciones fuera de las grandes localidades bajo el estado de alarma.
En su opinión, el estado de alarma ha sido "un atropello legal" y ha generado un aumento de la movilidad dentro de los municipios afectados, por lo que ha resultado "perjudicial".