En cualquier caso, rechazó volver a realizar un referéndum ilegal como el del 1-O, ni tan siquiera, dijo, como el del 9-N. Según explicó durante su segunda declaración ante el juez del TS el pasado 11 de enero, el reto actual del catalanismo es o bien encontrar una vía para "una solución del encaje de Cataluña en el conjunto del Estado español o una solución a este anhelo mayoritario del pueblo de Cataluña que quiere realizar un referéndum". En cualquier caso, precisó que si se celebra de nuevo un referéndum, tiene que ser "a medio plazo" y en un escenario de "mucha más tranquilidad" y recuperando la "relación".

"Pero insisto, a día de hoy no hay manera de hacer un referéndum en Cataluña que no sea convocado por el gobierno de España", precisó para acto seguido aclarar que todo debe realizarse "dentro de la legalidad". "Quizá me he excedido con lo del medio plazo porque ni me corresponde, ni tengo ningún tipo de interés ni de voluntad de hacer ningún tipo de actuación en este medio plazo", matizó. En cualquier caso, la lectura que él hizo de los resultados de las elecciones autonómicas de diciembre es que los catalanes han pedido a los políticos que "hagan de políticos".

Declaración de Joaquim Forn

En este sentido, explicó que le parecía bien que se constituyera el Parlamento catalán, que se intente formar un "gobierno que gobierne". Y añadió: "Que todos hayamos aprendido de lo que ha pasado en este periodo tan convulso y, sobre todo, de que es la hora de la política y que los políticos hagan de políticos y que Omnium haga sus actividades culturales que lleva haciendo 67 años". Insistió en que se tiene que intentar una "legislatura de cuatro años" con un "gobierne que gobierne", que "dialoguen entre ellos y si se puede conseguir algún referéndum o de algún tipo de alguna cosa siempre tendrá que ser el concurso del Gobierno de España".

"Es que si no, no hay posibilidad de llegar a la celebración de este referéndum", apostilló para reiterar que, en cualquier caso: "No puede ser más como lo hemos hecho ahora, un referéndum para lograr un referéndum vinculante". Al ser preguntado por cuál sería su posición si el futuro gobierno catalán vuelve a convocar un referéndum ilegal, Jordi Cuixart respondió convencido de que eso no se producirá porque ya se ha demostrado que convocando un referéndum no se consigue un "referéndum pactado con el Estado".

El investigado, que nunca se refirió al referéndum del 1-O como ilegal, insistió en que ni siquiera hay espacio ahora para poder convocar una consulta como la del 9-N. Insistió, eso sí, en que el catalanismo busque otras vías para poder celebrar el referéndum porque, recalcó que como el del 1-O no se va a volver a celebrar "nunca" a "tenor de cómo ha reaccionado el Estado", con la "virulencia" que lo ha hecho y que, como consecuencia, ellos están en prisión.

Roger Torrent a su salida de la prisión madrileña de Estremera

Cuixart quiso añadir al final de la declaración que, en relación con la violencia, puede que hayan cometido errores y los asume, que "quizá" hayan pecado de "ingenuidad" y que también lo puede asumir a tenor de cómo se han sucedido los acontecimientos. Pero recalcó que "nunca" había incumplido "ninguna orden judicial" y que nunca lo haría, ni como presidente de Omnium, ni como persona. En este sentido, recordó que tiene tres hijos, uno de ellos de 9 meses y otro con una enfermedad, que dependen de su trabajo.

También expresó su firme compromiso de actuar conforme a la Constitución y las leyes vigentes y recordó que lo había hecho durante toda su trayectoria, tanto como presidente de Omnium como empresario, que siempre ha pagado sus impuesto y ha actuado de manera "disciplinada y responsable con la sociedad". Finalmente, reiteró sus "convicciones pacíficas y no violentas".