En España se han vacunado contra el COVID-19 hasta el 21 de marzo un total de 985.528 personas con el preparado de Astrazeneca, de las que solo 1.792, el 0,18%, han notificado haber sufrido algún efectos adverso, sobre todo fiebre, cefalea y dolor muscular.
Son cifras del cuarto 'Informe de farmacovigilancia sobre vacunas COVID-19', que ha hecho publico este viernes la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y que informa de que, del total de las 6.125.119 dosis de vacunas administradas hasta ese periodo, se han recibido 11.182 notificaciones de acontecimientos adversos (0,18%).
En el documento, la Aemps advierte de "algunos acontecimientos adversos" de inflamación localizada en personas vacunadas con el suero de Pfizer que habían recibido previamente inyecciones de relleno bajo la piel de la cara (por ejemplo, de ácido hialurónico), con lo que en caso de confirmarse se actualizará la ficha técnica y el prospecto del fármaco.
España ha detectado cinco casos de trombosis de senos venosos hasta el 21 de marzo. Para la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), "la relación causal con la vacuna no se puede descartar", pero mantiene que la vacuna no implica más "riesgo global" de trombos.
"Aunque de momento no se han podido identificar factores de riesgo específicos como edad, sexo o historia previa de trastornos de la coagulación, la relación causal con la vacuna no se puede descartar", recoge la Aemps en su cuarto informe de farmacovigilancia sobre vacunas.
Uno de esos casos supuso un fallecimiento. Los casos notificados de trombosis, no obstante, son "muy raros" y se dan junto con niveles bajos de plaquetas dentro de los primeros 14 días tras la vacunación.