El exdiputado de la CUP David Fernàndez ha comparecido como testigo en la 36º jornada del juicio del procés, a petición de la defensa del ex vicepresidente de la Generalitat de Catalunya Oriol Junqueras y del ex conseller de Exteriores Raül Romeva. Durante su declaración, ha defendido el carácter pacífico del referéndum del 1-O.
Asimismo, Fernàndez ha manifestado que era consciente de la prohibición que pesaba sobre la celebración del referéndum: "La desobedecí a conciencia", ha declarado. "Si la autodeterminación es delito, me declaro culpable y reincidente hasta que el derecho a votar esté reconocido", ha agregado.
David Fernàndez ha calificado el 1-O como un "movimiento de desobediencia civil pacífico, el mayor europeo de los últimos años" y ha negado en todo momento que hubiera una cultura violenta en torno al referéndum de independencia.
El exdirigente de la CUP también ha abordado durante su testimonio en el Tribunal Sumpremo los hechos ocurridos el 20 de septiembre de 2017 frente a la Conselleria de Economía, asegurando que la actitud de los manifestantes fue "absolutamente pacífica e indignada".
Asimismo, afirma que se abrió el pasillo para que saliera la comitiva judicial del edificio de la Conselleria "sin dificultad ni ningún tipo de problema".
También se ha referido al registro en la sede de la CUP llevado a cabo ese mismo día y ha asegurado que la concentración frente a la misma fue "pacífica y no violenta".
En un momento dado, Fernàndez ha pedido hacer una consulta al tribunal sobre si su testimonio quedaría anulado si se negaba a responder a las preguntas de la acusación popular, ejercida por Vox. "El tribunal no está para hacer consultas", le ha contestado el presidente del tribunal, Manuel Marchena. Entonces, el exdiputado de la CUP ha optado por responder, por "imperativo legal y moral", según ha dicho.