El Boletín Oficial de Defensa (BOD) publica este jueves el cese en su actual destino del capitán que dirigió las maniobras en las que murieron dos militares en Cerro Muriano, Ignacio Zúñiga, que pasa así a la situación de "servicio activo pendiente de asignación de destino". Un cese que surte efecto desde este viernes y contra el que cabe recurso de alzada ante la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La decisión se publica ahora oficialmente después de que, hace apenas un mes, los abogados de las familias de los fallecidos pidieran aclarar si este mando había sido o no apartado y si seguía en contacto con soldados testigos del caso.
Los dos militares, Carlos León Rico, de 24 años, y Ángel Jiménez Andújar, de 34, murieron ahogados el pasado mes de diciembre cuando realizaban ejercicios acuáticos en un lago de la base cordobesa de la Brigada Guzmán el Bueno X.
El abogado de la familia de Carlos León recurrió en enero la inhibición de un juzgado civil en favor de uno militar en este caso. En su recurso, denunciaba que los mandos al frente del fatal ejercicio hicieron que los soldados vadearan un río "atravesando un lago artificial de la base, sin contar con las más elementales medidas de seguridad adecuadas para la práctica, asumiendo el riesgo extremo".
"Era plenamente consciente de ello, pues muchos de los testigos narran que le habían propuesto dejarlo para otro día, pero el capitán no quiso. En esta línea, llama la atención lo manifestado por un soldado, refiriendo que el capitán dijo: 'Me suda la polla todo, todo el mundo para adentro'", recogía en su escrito.
Los audios que circulaban entre los soldados tras lo ocurrido daban cuenta asimismo de un entrenamiento extremo: "En una maniobra, a menos tres grados de frío, han metido a gente sin equipo, en un puto lago", se escuchaba en ellos.
Además, posteriormente trascendió que los primeros soldados que se metieron en el agua gélida llevaban lastre en su mochila a modo de 'castigo' por haber realizado mal un ejercicio anterior.