Las asociaciones de guardias civiles denuncian la antigüedad y el mal estado de las embarcaciones de las que disponen para luchar contra el narcotráfico en la zona del Estrecho de Gibraltar, después de que dos agentes fallecieran el pasado viernes tras ser embestidos por una narcolancha frente a las costas de Barbate.
Es lo que ocurre en el puerto de Algeciras, donde los agentes tienen lanchas operativas que, sin embargo, no funcionan a pleno rendimiento. Allí, denuncian que solo hay activas cinco de las seis embarcaciones de que dispone la Comandancia de la Guardia Civil, que cedió una de ellas a la Comandancia de Cádiz y fue devuelta completamente inutilizada.
Las asociaciones de guardias civiles lamentan que estas patrulleras tienen mucho más de 15 años de uso, que es la vida útil que se recomienda para este tipo de embarcaciones y denuncian que trabajan con material obsoleto y que van reparando sobre la marcha -lo que resulta incluso más costoso que invertir en otras nuevas- y que no es lo más adecuado para jugarse la vida combatiendo al narcotráfico.
La situación es aún peor en el puerto de Cádiz, donde hay al menos tres patrulleras de la Guardia Civil que están totalmente inoperativas y no se pueden usar: una de ellas es la 'Río Águeda', inutilizada desde hace 10 días porque tiene la culata del motor de babor estropeada desde el 4 de febrero. También está estropeada la 'Río Irati', que tiene estropeado el sistema de fondeo desde el 1 de diciembre del año pasado. La 'Río Ulloa', por su parte, estaba operativa hasta el martes pasado y se usó entonces, pero las asociaciones denuncian que también está en mal estado porque tiene un importante fallo en su sistema de refrigeración.
Los agentes denuncian también la gran cantidad de horas que se usan esas lanchas: Antonio Montero, vocal del sindicato AUGC de Cádiz, explica que el problema que tienen sus embarcaciones en la zona es "el montón de horas de navegación que llevan", que superan a la vida útil prevista para ellas.
Según recoge la agencia Efe, el mal estado de las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, porque algunas tienen más de 20 años y otras afrontan los desafíos del tráfico de hachís en las costas de Cádiz, ha hecho que el Ministerio del Interior tenga abiertos dos procesos de contratación para la adquisición de seis patrulleras de alta velocidad que irán destinadas en los próximos años al instituto armado.