Manuel Morocho fue el hombre clave en los primeros años de investigación de la trama Gürtel, ya que ser el inspector de Policía que estuvo detrás del caso. Y ahora, también está en el centro de la Operación Kitchen. En varias ocasiones, quisieron apartarlo. "Se buscaba generar presión para que doblegáramos. Yo he recibido diferentes intentos de que voluntariamente me apartara de la investigación", afirmó el exinspector jefe de la UDEF ante el juez.
Además, sufrió presiones para modificar sus informes policiales: "Le tenía que decir al juez: 'Esto es lo que me han obligado a quitar, y lo he tenido que poner allí', en el anexo, porque me impedían ponerlo", le dijo a Manuel García-Castellón, juez de la Operación Kitchen.
Llegaron incluso a intentar quitárselo de en medio ofreciéndole puestos importantes lejos de Madrid: "Intentaron quitarme de en medio en el sentido de ofrecerme irme a trabajar a la ONU, al Comité de Lucha contra la Impunidad de Guatemala, y yo le dije que el año siguiente empezaba el juicio de la primera época (de la Gürtel) y que tenía que estar en el juicio". afirmó ante el juez.
Así, según declaró Manuel Morocho, se negó a marcharse, por lo que tuvo que aguantar mucha presión. Para el inspector, uno de sus momentos más duros fue escuchar estas palabras del comisario García Castaño. "Le dice: 'Mira, este es Morocho', y el otro responde y digo textualmente lo que respondió: '¿Y tú qué haces aquí si tenías que estar muerto?' La persona que respondió era García Castaño".
El juez ha reconocido su gran contribución en la Gürtel, destacando que ha sido "muy importante". Y ahora tiene un nuevo destino en Canfranc, Huesca, lejos del lugar en que, durante años, luchó por destapar la presunta trama de corrupción del PP .