El detenido por el ataque anoche a dos iglesias de Algeciras, Yassine Kanjaa, en el que un cura resultó muerto y que está siendo investigado como terrorismo, tenía en marcha un expediente de expulsión de España. Sin embargo, al carecer de documentación no se le podía expulsar.
El joven, de 25 años y de origen marroquí, llevó a cabo una práctica habitual entre marroquíes y argelinos que emigran a España: se deshacen de sus pasaportes de estos países para no poder ser expulsados. Esto es porque el país receptor ha de reconocer la nacionalidad del expulsado para sacarlo.
Los hechos ocurrieron el miercoles por la tarde, pasadas las 19:00 horas, cuando el ahora detenido entraba en la iglesia de San Isidro de Algeciras y armado con un machete atacaba al cura, dejándole gravemente herido. Posteriormente irrumpía a gritos en la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma en la que, tras causar diversos destrozos, atacaba al sacristán.
Este lograba salir del templo pero era alcanzado por el atacante en el exterior, donde le causaba heridas mortales. Instantes después, el joven era neutralizado y detenido. Está detenido y bajo custodia de la Policía Nacional a la espera de pasar, previsiblemente este viernes, a disposición judicial.
El atacante se habría puesto a rezar en árabe tras el ataque, durante el cual gritaba 'Alá es grande', según ha podido saber laSexta. Esta mañana se le ha preguntado al detenido si necesita un médico y él ha respondido que sólo quiere ver a Dios.
En el registro de su casa, que la Policía Nacional llevó a cabo después de su detención, los agentes se incautaron de unos cuantos pen drives que aún están sin analizar.