Hoy en el juicio del procés hemos escuchado el contrarrelato de todos los ciudadanos que estaban en los colegios electorales y que fueron desalojados en el 1 de octubre de 2017. Después de muchas declaraciones de policías nacionales y de guardias civiles que intervinieron, algunos ciudadanos han dicho que esas intervenciones, en su opinión, fueron totalmente desproporcionadas y gratuitas.
Han añadido que los policías nacionales entraron a saco en los colegios electorales y que proporcionaron porrazos a diestro y siniestro. En Sabadell, han dicho que no se llegaron a llevar material electoral, pero que sí se llevaron juguetes, disfraces o incluso comida para celiacos.
Los fiscales han intentado preguntar a todos esos testigos si no sabían que el 1 de octubre había sido ilegalizado por el Tribunal Constitucional y todos ellos han respondido con el mismo argumento, que votar nunca puede ser delito.