Dinamarca quiere decir adiós al dinero en efectivo. A partir del año que viene, restaurantes, gasolineras y tiendas de ropa podrán negarse a aceptar pagos en metálico. Pretenden reducir el fraude fiscal, pero ese control de los gastos significará también un control de nuestros gustos. En un mundo sin dinero en metálico, gigantes informáticos como Google o Facebook podrían ser los auténticos rivales de los bancos.