Dolors Bassa ha comenzado desmarcándose de la estrategia de sus compañeros Junqueras y Romeva.
Así a preguntas de la Fiscalía, Bassa ha reconocido que el referéndum del 1-O no tenía como objetivo la independencia. "No era un acto concluyente. Era un acto para llegar al diálogo", ha declarado la exconselllera de Trabajo de la Generalitat.
En su línea de defensa, Bassa ha insistido repetidamente en estas palabras: "diálogo, negociación y pacto era como queríamos llevarlo", y sobre la ley del referéndum ha insistido en que era una mera "previsión".
A preguntas de la Abogacía del Estado, la exconsellera ha negado que diera orden para usar los centros cívicos en la votación del 1 de octubre. También ha negado que se usara dinero público para el 1-O.
Bassa ha insistido en varias ocasiones en que el referéndum no era delito, dice que hay normas internacionales que lo amparan.