El Senado ha sido el escenario de un nuevo capítulo de la crisis que vive Doñana, con Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo echándose en cara errores presentes, pasados y hasta futuros con respecto al plan de la Junta de Andalucía con el embalse.
Sánchez ha sido claro a la hora de pedir al PP que "tiren a la basura" el proyecto de ley y que "cumplan la ley". "Lo vamos a frenar", ha añadido el presidente del Gobierno, encontrándose con la respuesta de Feijóo citando a Alfonso Guerra: "No use Doñana como disparadero electoral".
Sánchez ha recordado a Feijóo que la Junta no presentó alegaciones al plan hidrológico del Guadalquivir, mientras que desde el Ministerio de Transición Ecológica son tajantes: "No vamos a negociar ilegalidades". Son palabras de Teresa Ribera, que prevé cerrar todos los pozos de Doñana en 2025.
"Tan pronto tengamos un marco legal y compatible con el derecho europeo podemos hablar de lo que se quiera, pero no vamos a negociar ilegalidades", ha añadido la vicepresidenta tercera. En su intervención, Sánchez ha repetido en varias ocasiones una frase en la que deja clara su postura de Feijóo en estos debates.
"No sé si esto le viene grande o esto le queda lejos", le ha espetado tras asegurar que manipula los datos económicos, que actúa con deslealtad yendo a Bruselas a hablar mal del Gobierno y de España y que en más de un año como máximo líder de los populares no le ha escuchado ni una propuesta constructiva.
Feijóo no se ha quedado atrás en su ataque pronosticando una enmienda a la totalidad de la gestión del presidente del Gobierno y llamando a "derogar el sanchismo" y acabar con un Ejecutivo roto dividido "en tres fracciones y veinte siglas".