La Xunta ya ha hecho oficial, con su publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG), la prohibición de fumaren espacios al aire libre si no se puede garantizar una distancia de seguridad de dos metros.
Una medida frente al coronaviruspionera en Europa, que, según detalla el boletín, entra en vigor este jueves y afecta tanto al consumo de tabaco como de cigarrillos electrónicos.
Así, a partir de este jueves, 13 de agosto, siempre que la distancia de dos metros no pueda asegurarse, queda prohibido fumar en la vía pública y los espacios al aire libre, incluyendo también las terrazas.
Dicho de otro modo, solo se puede fumar en estos espacios cuando en todo momento se pueda garantizar una distancia de dos metros con el resto de personas.
En concreto, esta nueva medida modifica las excepciones al uso obligatorio de mascarilla vigentes en Galicia, de tal manera que solo se puede exceptuar su uso para fumar "siempre que, teniendo en cuenta la posible concurrencia de personas y las dimensiones del lugar, pueda garantizarse el mantenimiento, en todo momento, de la distancia de dos metros con otras personas".
Los fumadores, en cualquier caso, solo pueden quitarse la mascarilla "exclusivamente durante el indicado consumo", según precisa el texto recogido en el DOG.
Los riesgos de fumar
La norma justifica esta prohibición aludiendo a los "riesgos asociados al acto de fumar y vapear" que suponen "la manipulación de la mascarilla" y "el contacto repetitivo de los dedos con la boca tras tocar productos o utensilios que podrían actuar como fómite (transmisor inanimado) del virus".
Además, el texto alerta de "la expulsión de gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas", así como del "factor de relajación de la distancia social de seguridad". Por ello, recomienda "evitar el consumo en ambientes comunitarios y sociales y, en el caso de realizarse, que el consumo sea en espacios separados abiertos".
En este sentido, laquímica Deborah García Bello indicaba este miércoles en Más Vale Tarde que por ahora no se ha constatado si los aerosoles que se expelen al fumar "pueden contener virus y si la carga viral es suficiente como para contagiar a otra persona", aunque "cada vez hay más evidencia científica que apunta a que sí".
No obstante, indicó que el hecho de quitarse la mascarilla para fumar cuando no se respeta la distancia de seguridad -como ocurre en las terrazas-, manipularla y el gesto de llevarse el cigarrillo a la boca, que es "una de las vías de contagio principales", suponen riesgos en sí mismos. Puedes ver su intervención aquí: