Las dos activistas de Femen que asaltaron en junio de 2014 la Catedral de la Almudena y que se enfrentan s un juicio por un delito de ofensa de los sentimientos religiosos, han considerado que "es injusto", ya que, han argumentado que su "protesta fue pacífica y simbólica" y que, en ningún momento, pretendían ofender a nadie.
Ana y Carlota, a su entrada a Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid, han explicado que "sólo querían defender un derecho que estaban intentando arrebatarles y para ello, pretendían "llevar el debate social a la calle, respecto a la legislación que se quería penalizar en torno al aborto".
El abogado de las acusadas, Endika Zulueta, ha rechazado que las jóvenes hayan profanado nada. "Profanar es tratar algo que se considere sagrado de forma irrespetuosa, ellas no han profanado nada, lo que se está profanando es el derecho a la libertad de expresión y a la protestas pacífica"- ha justificado el letrado.
En la causa, la Asociación Española de Abogados Cristianos ejerce como acusación popular. Están acusadas de presuntos delitos de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia y contra los sentimientos religiosos de los ciudadanos.
La abogada de la Asociación, Polonia Castellanos Flórez, ha insistido en que no han pedido pena de prisión para ninguna de las dos, ya que solicitan "dos años y sin antecedentes no irían a la cárcel".
Además, ha explicado que "han pedido un euro de indemnización", porque no quieren dinero sino que lo que piden es respeto y "se deje de atacar a los católicos".
La Fiscalía solicita para las dos mujeres una pena de nueve meses de prisión por ofensa de los sentimientos religiosos.