La sexta ola de contagios de coronavirus ha vuelto a aflorar las dos almas con respecto a la gestión de la pandemia que conviven en el Partido Popular. Desde aquellos que defienden las restricciones para controlar la infección al modelo encarnado por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que aboga por no adoptar nuevas medidas.
Así, por ejemplo, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido en una entrevista en 'La Región' que, si la incidencia sigue desbocada, no dudará en limitar aforos o, incluso, prohibir actividades.
"Si en los próximos diez días seguimos con contagios diarios superiores a 2.400-2.500 vamos a tener problemas y tendremos que actuar", ha expresado el líder gallego, para defender que su Gobierno toma las decisiones "cuando la curva acredita que habrá una especie de colapso hospitalario, cuando es imposible atender la actividad programada".
Feijóo ha reconocido su sorpresa ante el "carácter explosivo" de lavariante ómicron, mucho más contagiosa que las anteriores. "Esta variante vino en el peor momento, durante los 15 días de mayor interacción social del año", ha afirmado.
Pero, en el lado opuesto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, asegura que está obligada a defender su apuesta por no aplicar restricciones para combatir el virus incluso por encima de los intereses y posicionamientos oficiales del PP.
En una entrevista con El País, Díaz Ayuso prevé que el crecimiento "explosivo" de contagios que está provocando la variante ómicron empiece a frenarse antes de que acabe la Navidad.
Al ser preguntada si le molestó que el PP suspendiera las comidas y copas de Navidad en Madrid, en contradicción con su estrategia sanitaria, afirma que entiende la preocupación porque las cifras de esta variante son explosivas. "Pero también sé que la política sanitaria que hemos defendido en Madrid es la que nos ha respaldado el conjunto de los ciudadanos en las urnas, que se ha demostrado eficaz y que, por eso, yo estoy obligada a defenderla por encima del PP; porque antes de todo soy presidenta de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid y no puedo tomar las decisiones de una u otra manera, o cambiar de criterio después de dos años, por ningún partido, ni siquiera el mío propio", indica.