El principal objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez una vez hayan salido los restos de Franco del Valle de los Caidos es evitar esto que el lugar en el que reposen sus restos se convierta en centro de exaltación del franquismo. "Vamos a impedir por ley el enaltecimiento del dictador y de la dictadura", ha confirmado el secretario general del PSOE en el Congreso, Rafael Simancas. Para ello, el PSOE va a presentar dos enmiendas en la reforma de la Memoria Histórica.

Primero, prohibir que el cadáver del dictador puedan acabar en un recinto de acceso público. Esto evitaría que Franco acabase en la cripta de la Almudena, que es uno de los lugares más turísticos del centro de Madrid. La otra vía es además sancionar, incluso con el cierre, a los responsables de aquellos lugares públicos que, por acción y omisión, permitan la exaltación del franquismo.

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Es decir, en estas circunstancias, el Gobierno tendría capacidad para cerrar una iglesia en la que se realicen homenajes a Franco. Estas enmiendas contarían con el apoyo de Podemos, que incluso daría un paso más. "Debe ir a un lugar discreto y sin acceso público, da igual la titularidad", según ha apuntado Ione Belarra, portavoz adjunta de la formación morada en el Congreso.

Mientras, la oposición ni siquiera entra a valorar estos movimientos porque dice que son medidas sin consenso. "Sólo se ha buscado usar esta cuestión como un arma arrojadiza. No vamos a seguir ese juego", ha apuntado Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso. En la misma línea se expresa el PP, en voz de Pedro Sanz, portavoz del partido en el Senado: "Le están dando vueltas a levantar un cadáver de hace 40 años, la gente está a otras cosas".