Más de 200.000 estudiantes se someterán a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) entre el 22 de junio y el 10 de julio. Un examen decisivo cuya celebración, marcada por la pandemia de coronavirus, supondrá "un gran reto de organización y coordinación", según admite el propio Gobierno en un documento provisional al que ha tenido acceso laSexta, en el que se plantean una serie de medidas de prevención para la realización de la prueba.
Dicho documento recuerda que el plan de desescalada permite celebrar la EBAU en las regiones que se encuentren, al menos, en la fase 2, y contempla la posibilidad de que algún territorio no haya alcanzado dicha fase para las fechas previstas, en cuyo caso "se preverán alternativas".
Para evitar aglomeraciones y minimizar los desplazamientos, Sanidad y Educación recomiendan a las administraciones competentes ampliar el número de sedes del examen para permitir un aforo reducido, procurando que la asignada a cada alumno sea cercana a su domicilio. Asimismo, se aconseja que las entradas y salidas al lugar del examen se realicen de forma escalonada.
Por otra parte, ambos ministerios aconsejan "valorar alternativas" para aquellos alumnos que no puedan presentarse presencialmente a la prueba por sufrir COVID-19 o estar en cuarentena. En este sentido, recuerdan que no podrán acceder al centro educativo donde se celebre la EBAU las personas con síntomas o que no hayan finalizado el periodo de aislamiento requerido.
La mascarilla, recomendada, y obligatoria cuando no se garantice la distancia
El uso de mascarilla higiénica, a poder ser reutilizable, se recomienda a todas las personas que accedan al centro de examen y siempre que no se pueda asegurar la distancia interpersonal de dos metros. En cualquier caso, solo podrán entrar al centro el personal del mismo, los examinadores, el alumnado y los acompañantes de personas que precisen asistencia.
Una vez en el aula del examen, se debe disponer de una separación interpersonal de al menos dos metros entre los alumnos, limitando el aforo de cada clase para garantizarla. Las aulas se desinfectarán tras la realización de cada prueba y en los accesos al centro, las aulas y los baños deberá haber dispensadores de solución hidroalcohólica para la higiene de manos.
Por otra parte, el documento indica que puede valorarse la utilización de guantes de un solo uso por parte de los profesores o examinadores para los "momentos de contacto estrecho" con el alumnado, como la identificación, entrega y recogida de exámenes o a la hora de resolver dudas o incidencias.
Asimismo, se recomienda no compartir material, por lo que los alumnos deberán presentarse con todo lo necesario para realizar el examen, y se restringirán las salidas y entradas del aula a las imprescindibles, que se harán por turnos.